Aún tengo en las manos el reloj de las “enhorabuenas”. Iba a guardarlo pero he visto que varias personas me han pedido que lo mire para su país. Ante esa demanda puedo pasar de largo o bien dedicarle un tiempo. Hoy domingo estoy más libre y me he dicho, venga Titín pégale una miradita a los venezolanos que muchos de ellos perdieron la esperanza hace años.
-¡Bien! bueno, voy a mirar el reloj de las “enhorabuenas”, el que señalan las horas de cuando se toman buenas decisiones u ocurre buenas cosas para las personas de un lugar.
-Antes de irnos al futuro, vamos a viajar a pasado para ver en directo el funcionamiento de reloj de las buenas horas.
De entrada conviene saber que este reloj nace de la conjunción de Venus y Júpiter en Piscis, donde ambos planetas están muy dignificados y en su ciclo dan lo mejor de sí. Luego hay que saber que este reloj tiene una carga de tiempo de 12 años, y que el atacir del Ascendente y todo lo demás se mueve a una velocidad de un grado cada 12 días. El orbe de influencia son dos grados, lo que significa que el reloj está sonando durante 48 días.
¡Ale! vamos a viajar al pasado, luego nos iremos al futuro. Abro la tapa del reloj de las horas buenas que nació en el 2010, y que finaliza en abril de 2022, y lo programo para que nos lleve al momento del tiempo en que el atacir del Ascendente llegó al lugar de la conjunción. Eso lo vamos a ver en la carta del cielo del ciclo y los atacires para el mes de julio de 2014-
Se abre el airbag de la alfombra mágica y nos vamos volando hasta Caracas en el mes de julio del año 2014. Aquí hay enhorabuenas, cosas que suceden en buena hora, a ver que hay.
-Vamos a sobrevolar Caracas, estamos en el mes de julio de 2014, una bella capital arropada por la serranía del Ávila que la protege del mar –antiguamente un mar minado de piratas- Waraira Repano, le llaman ahora al bonito Parque natural del Ávila. Los que hemos pernoctado al menos una noche en ese maravilloso lugar, nunca se nos olvidará el Ávila y el camino de los españoles que atraviesa la montaña y llega hasta el mar. Desde nuestro vuelo por lo alto del Ávila podemos avistar el mar y la ciudad.
A la altura de la Guaira, en la parte de tierra adentro, casi en las faltas del Ávila, se avista una alta torre que en su tiempo quedó inacabada. Allí se ven más bullicio que en ningún otro lugar de Caracas. Mucho trasiego de gentes, traslados de personas de un lugar a otro.
Más de mil familias ocupan la torre semi construida. En este lugar se hacinan miles de personas en un orden indescriptible, con unas condiciones de vida absolutamente mejorables, viven en un lugar que no es apto para vivir. -Vamos a asomarnos a ver qué pasa.
-Están trasladando a familias completas, se ha iniciado el desalojo de la Torre de David. Esa es la buena noticia, la enhorabuena. Al parecer están negociando con un consorcio chino para que se queden con la Torre, pero antes tienen que vaciarla de “inquilinos”, sino los chinos no tragan. Y en esas están. –Míralos, ahí van saliendo como hormigas y se los van llevando a nuevos alojamientos que les ha habilitado el gobierno.
No se sabe bien cómo terminará el asunto, y lo que se ve es un realojo necesario merecedor de una enhorabuena. Aunque haya quien piense que este reloj no da las enhorabuenas que le gustaría escuchar. No, éste reloj da las buenas horas y sigue la norma de “haz el bien y no mires a quién.
Otro día viajaremos al futuro para ver la enhorabuena que está por venir en Venezuela y por dónde salen la buenas horas.