Cuando la estrella Hamal se “agarra” del planeta Mercurio de una persona que destaque por su inteligencia, la eleva socialmente en su mundo, en su profesión o en su deporte, como ocurre con Gary Kasparov, uno de los mejores ajedrecistas del mundo, que tiene a la estrella Hamal en el mismo grado que Mercurio.

Sin duda Gary Kasparov experimentó una elevación social extraordinaria gracias a su inteligencia. Fue tan valorado en Rusia que entró en la carrera presidencial, pretendió acceder al poder en su país, y ahí la estrella lo estrelló.

Otro caso muy diferente es el de Barbra Streisand, una actriz y cantante extraordinaria que se elevó en el mundo de cine mucho más alto de lo que nadie podía imaginar por su aspecto físico y fue ganadora de un segundo Óscar como compositora, siendo la primera mujer en hacerlo, denotando de este modo una inteligencia superior. Hasta se entendía muy bien con Bobbi Fischer que era otro campeón mundial de ajedrez.

Barbra Streisand tenía a la estrella Hamal junto a Mercurio y su elevación viene de la mano de su extraordinaria inteligencia. No era una mujer especialmente guapa, ni tenía un cuerpo bien modelado, a pesar de ello, y gracias a la estrella, tuvo el éxito asegurado y la estrella cóndor la elevó y nunca la estrelló. Toda regla tiene su excepción. Y la suerte de la fea, la guapa la desea.

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