Las estrellas llegan a nosotros como hilos de luz y con la misma consistencia que los hilos de araña en los se balanceaban los elefantes de la canción, finos, pero increíblemente potentes, hilos inteligentes, selectivos, que eligen agarrar a los que sobresalen en el arte, en cualquier tipo de arte, incluso el arte de la política, donde los políticos son grandes artistas, con la careta que los caracteriza para representar su “arte” y asumir su papel con la mayor desvergüenza y cara dura posible, como cualquier artista, que lo primero que tiene que tener es la cara muy, muy dura y muy poca vergüenza. Lo demás depende de si tiene buena estrella o no.
Uno de los muchos ejemplo de artistas elevados por esta estrella cóndor en el polifacético Prince, que hacía de todo el hombre; era cantante, bailarín, músico, compositor, letrista, empresario y productor. Un icono de la guitarra. La estrella se fijó en él y lo elevó a las más altas cotas sociales que puede llegar un artista.
Prince tenía a la estrella Hamal en el mismo grado del planeta Venus, en la Casa VI, el escenario del trabajo, y la estrella o elevó por su trabajo de artista, lo trasformó en una estrella profesional. Y luego lo estrelló.
Cuando el atacir de Plutón y el MC, en el ciclo de 84 años, el reloj del C84, que es como una llave inglesa que abre las puertas los tiempos, llegó al lugar de Venus, y Prince murió por sobredosis. Y así lo estrelló.
¿Qué es el arte? Le preguntaba a mi difunto amigo Pepo Cantos que era un artista descomunal. –El arte es saber engañar, hacer creer que hay algo bello o agradable en unas manchas de aceites de colores sobre un lienzo, o hacer sentir lo que no existe ni es real a través del gesto, de la danza, de la música o de la palabra. El arte es saber mentir como miente la mujer cuando simula un orgasmo.
Los más grandes artistas, que viven de su arte, no pegan palo al agua, como mi amigo Pepo, que decía que un verdadero artista no debe trabajar nunca. Los clérigos y los políticos, junto a los actores de teatro, están en la más alta escala de los artistas.
Uno de los “artistas mundiales” más elevados”, más vistoso, poderoso y que está “aupado” por la estrella a Hamal, es Xi-Jinping.
El más grande de los artistas de la política mundial, junto a Putin y a la “Señora” del Sur. Ni el Trío de los Panchos los puede superar.
Parece claro que la estrella Hamal ha encontrado un punto en anclaje en el Venus de Jinping y lo ha elevado a lo más alto que se puede elevar una persona en este mundo infernal. -Porque estamos en el infierno, no puede haber nada peor.
La estrella eleva y luego cuando ya estás en lo más alto, por muy emperador poderoso, chulito y gracioso que seas, la estrella te suelta y te estrellas, te matas y se acabó el “artista”. Solo hay que esperar a que llegue su hora.