Casi todos los “millonetis” de América Latina tienen querencia con Miami, allí se sienten seguros, ellos y su dinero. Nada que objetar, cada cuál es libre, o debería serlo, para elegir donde vivir.
-Que pinta un alicantino hablando de Miami sabiendo que casi nadie me va a leer, y más ahora que los del Face han restringido la divulgación de mis artículos al mínimo. Creo que ya no me lee ni la señora que se cansa de leer.
Escribo sobre Miami porque mi amiga Alicia me ha enseñado la carta del cielo del 0 Aries para Washington y el Sol queda a menos de dos grados de cúspide de la Casa VII, la puerta del Camposanto, lo que le ha dado por pensar que Joe Biden “no matricula”, en lenguaje venezolano.
No he querido meterme en ese lodazal y me he metido en un pantano. He calculado la misma carta del 0 Aries para Miami y en ese lugar el Sol está dentro de la Casa VIII a menos de un grado de la cúspide, lo que significa que es “angular”, más angular que en Washington y por lo tanto protagonista de una de las noticias más importantes de año.
Luego me he fijado un poco más en la carta del cielo del 0 Aries de Miami y observo que el planeta Saturno es angular en la cúspide de la Casa VII, el escenario de los “enemigos que atacan”, a menos de medio grado. Mientras que en Washington Saturno está a 6 grados de separación de la cúspide de la Casa VII, en zona de reposo, donde apenas se nota su influencia.
Saturno angular tiene un guion de derrumbes, derribos, destruciones y lutos. No se sabe si será por causas naturales o a manos de los humanos. Sea lo que sea la prensa nos lo irá contando.
Uno de los momentos críticos del año se sitúa alrededor del 18 de octubre, cuando el atacir del Ascendente llegue al lugar del Sol, entonces sabremos con claridad el modo que esta influencia se va a notar, hasta entonces todo es especular.