Caminaba por la Avenida de la Providencia en Santiago de Chile y me recordaba mucho a la Avenida de los Insurgentes de CDMX, quizás no sea tan  larga y no tiene Metro Bus, pero se parece bastante. Iba a comprar víveres a un supermercado, muy cerca de donde resido. De momento, he pasado frente a una Iglesia que se ve desde el balcón de mi apartamento, me he quedado mirando y me he dicho; -Qué bonita Iglesia, lástima que esté cerrada y no me dejen entrar. -Le he preguntado a una señora que pasaba con un capacito de la compra y me ha dicho que esa es la Iglesia de La Divina Providencia, la que fue saqueada y la Virgen quemada cuando ocurrieron los disturbios.

Y me he quedado ahí pesando reflexionando sobre lo ocurrido y preguntándome dónde estará la jauría de bestias que cometió semejante animalada. Eso es lo mismo que ocurrió en muchas iglesias y conventos de España, antes de que el “malo” del Ferrol, que entonces era el “bueno”, pusiera fin a esos desmanes a base de desmanes superiores.

Entiendo que en Chile quieran cambiar la Constitución que se creó en tiempo de Pinochet. Igual que en España se cambió la constitución de Franco, sin necesidad de desmadres, ni bestialidades ni quema de conventos.  En España seremos lo que tú quieras pero el cambio político y de Constitución fue ejemplar, aunque todo siempre se puede mejorar y nunca llueve a gusto de todos. La democracia llegó a base de consensos.

En Chile es diferente, hay tanto o más resentimiento que en España o en Argentina y tienen tanta sed de democracia que se beben hasta el agua salada. Al llegar al poder la izquierda, un grupo de “diletantes” redactó una nueva Constitución, que cuando la leí pensé que están de humor, que era de broma. Hicieron un referéndum, y los chilenos tumbaron el texto, y es que si lo lees te desmayas. Es como si Irene Montero y sus colegas de Nosotras Podemos  (ellas solas, los chicos no que son malos y acosadores) redactaran una nueva constitución. Un disparate por donde se mire.  Eso es lo que pasó en Chile.

Ahora van a convocar unas elecciones para elegir a las personas que tienen que volver a redactar la nueva Constitución, y eso es algo se puede demorar bastantes, meses. Luego habrá un nuevo referéndum para aceptarla o no.  Y durante todo este tiempo se nota incertidumbre, un cierto temor por parte de quienes están en mejor posición económica, y es que huelen el cambio igual que en Colombia.

En la carta del cielo del ciclo de Saturno y Neptuno calculada para Santiago de Chile, la conjunción es angular en el Mediocielo, ese es el dato.

Usando un lenguaje obsoleto, el ciclo de Saturno y Neptuno mueve el ritmo del comunismo en sus diferentes versiones o formas de expresión.  –No hay que calentarse la cabeza nada, el sistema político asociado a esta conjunción planetaria, pretende sustituir a los empresarios (Saturno) por funcionarios de nivel, adictos al régimen. Tal y como ha ocurrido en todos los países donde la influencia del ciclo de la conjunción de Saturno y Neptuno es mayor.

El comunismo es un sistema político de transición, así lo vendían al principio. Se demoniza al empresario, al emprendedor se lo elimina y se pone en su lugar un funcionario de alto nivel afín al régimen. Y se actúa de modo científico, “socialismo científico”. El Estado, es decir la cuadrilla de ga. Ña. nes listos que han alcanzado el poder, saben que es lo que nos conviene a los demás, porque ellos son sabios y ven las cosas mejor que los demás. -Es preferible un funcionario que un empresario.  Ahora todo el  mundo quiere ser funcionario, casi nadie quiere ser empresario. Esa es la influencia del ciclo de Saturno y Neptuno, al que peligrosamente está asociado el cielo de este ciclo en Chile………….y también afecta a otros países como España

Y repito que el comunismo, asociado al ciclo de Saturno y Neptuno, es un sistema político de transición, luego viene el ciclo de Saturno y Plutón y entonces, inevitablemente, aparecen los gobiernos totalitarios de partido único. Más allá de comunismo, como se puede observar en Rusia y en la deriva que lleva la China y otros países, se llega al totalitarismo del ciclo de Saturno y Plutón.

Después de perder la libertad individual y la capacidad emprendedora a causa del comunismo, o del “socialismo científico”, llámale como quieras,  (ciclo de Saturno Neptuno), que no se nos olvide, después viene el totalitarismo que es mucho peor.  (El ciclo de Saturno Plutón)

Y es que los ciclos astrológicos son “Juicio General” y anulan o alteran el destino personal.

Cualquier día me censuran para siempre y tendría que comunicarme con señales de humo.  –Qué pena por favor.

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