Uno de los grandes problemas con los cuales tenemos que convivir, son los trastornos mentales insuficientemente diagnosticados o carentes de nombre, que afectan a muchas personas con las que necesariamente tenemos que relacionarnos.
Para abordar este tema, desde el campo de la astrología, resulta muy útil conocer, entre otros, el “Parte arábigo de los trastornos mentales”, un Parte astrológico de nueva incorporación al conjunto de los Partes arábigos modernos, en los que se incluyen los Partes relacionados con los planetas de reciente descubrimiento; Urano Neptuno y Plutón.
Al igual que el resto de los Partes arábigos, para que el Parte deje notar su influencia en una persona, ha de estar situado a menos de dos grados de un planeta en la carta del cielo personal.
El Parte de los trastornos mentales es el punto que se extrae del arco de separación entre Saturno y Urano y se añade al Ascendente. Se le puede llamar el punto de locura de cada persona, porque no te quepa duda que todo el mundo puede enajenarse en algún momento de su vida por alguna razón.
Bien es verdad que hay muchas personas que se enajenan o enferman con más facilidad que otras, y es que la influencia de este Parte arábigo puede fluir de mil maneras, en unos casos será en forma de trastorno mental encubierto, “sordo”, y en otros por brotes de enajenación mental que dejan secuelas. –Las locuras que hacemos, o las locuras que nos privan hacer lo que queremos, no importa, la influencia astrológica es como el torrente de un arroyo que va buscando camino por donde fluir.
Tener un trastorno mental, no es nada peyorativo, media humanidad tiene algún tipo de trastorno mental o padecen un “brote” de enajenación mental en algún momento de su vida, unos tienen un trastorno mental más claro y notable y otros de tipo más leve e inadvertido.
En ningún caso, cuando me refiero a un trastorno mental, pienso que está mermada la capacidad cognitiva ni la inteligencia de la persona que lo padece. Es más, un trastorno mental como la hipermnesia, que es una hiperactividad de la memoria y que permite recordar una cantidad asombrosa de detalles del pasado, se puede decir que incrementa el talento de la persona. Ese trastorno mental aumenta la capacidad de recordar hasta el último detalle de los acontecimientos vividos personalmente a lo largo de su vida.
Para comprender la influencia del Parte de los trastornos mentales nada mejor que mostrar algún ejemplo de persona muy conocida por todos.
Para realizar este estudio he usado el programa Kepler y la función de buscar personas que tengan este Parte arábigo junto al Sol o cualquier otro planeta. Para comenzar he solicitado a la IA (inteligencia artificial) del programa, que me busque personas famosas y conocidas por todo el mundo, que tengan el Parte arábigo de los trastornos mentales, el planeta de las “locuras que hacemos”, las cosas o personas que nos enajenan o nos vuelven loco/as, ubicado sobre el Sol.
En primer lugar me he encontrado con Bill Clinton, quien fuera presidente de los EEUU. Y que tuvo un rapto de enajenación mental que dejó huella en su vida personal y social.
Bill Clinton tiene el Parte arábigo de los trastorno mentales, el Parte de las “locuras que hacemos”, de las cosas que nos quitan la cabeza y nos hacen hacer cosas que se salen de la “normalidad”, sobre su Sol.
Bill Clinton tiene el Parte de los trastornos sobre el Sol en la Casa XI, el escenario donde se cumplen nuestras expectativas y nos sentimos gratificados. La Casa XI, es un escenario afortunado y gratificante
Clinton tiene el Sol formando una cuadratura con la Luna y una semicuadratura con Venus, que es el peor aspecto que puede tener el Sol con Venus, porque significa sufrimiento y martirio causado por las relaciones sentimentales, al margen de la influencia de los Partes arábigos.
Para un hombre normal, el que se identifica a si mismo como varón, el planeta Venus se equipara con la mujer joven que le despierta el “amor sexual”, es decir, que despierta excitación sexual y deseo de gozar con ella. Por otro lado la Luna, para todos los hombres, la Luna se identifica como la madre y luego como la madre de los hijos o de las hijas en cada hombre varón.
En el caso de Bill Clinton, la Luna se corresponde con Hillary, su esposa y la madre de su hija, mientras que Venus se identifica como Mónica, el objeto de deseo que lo enajenó, pues el Parte arábigo de los trastorno mentales, el Parte de las “locuras que hacemos”, de las cosas que nos quitan la cabeza y nos hacen hacer cosas que se salen de la “normalidad”, está sobre su Sol, y esos aspectos con Venus y la Luna por algún sitio tuvieron que dejar notar su influencia. Y Clinton se volvió loco por Mónica, perdió la cabeza, y eso le llevó a cometer una locura de amor.
En el caso de Bill Clinton el Parte del trastorno mental queda bien diagnosticado y se le puede llamar “trastorno de amor” y entra a formar parte del grupo de los “trastornos de amor”.
Y no te vayas a creer que estás libre de la influencia del Parte de los trastornos, de eso nada, aunque no tuvieras el Parte de los trastornos sobre un planeta en la carta del cielo natal, llegará un año en el que el Parte de los trastornos mentales, en la carta de la revolución de año, se colocará sobre tu Sol o sobre cualquiera otro planeta, entonces te enterarás de que va la influencia del Parte de los trastornos.
Tú no te acordarás, pero hubo un año que perdiste la cabeza a causa de una persona. ¿o no?
-Oiga my Lord. ¿Y eso no se puede evitar?
Claro que sí, para eso está la técnica de las «relocaciones».