A la hora de abordar el tema relacionado con la salud, un asunto propio de la astrología médica, se usa la carta del cielo de nacimiento de cada persona, y se tienen, especialmente en consideración los elementos que son propios del asunto de los trastornos de la salud y las enfermedades.
En primer lugar, conviene fijar la atención en las Casas I, VI, VII y XII.
En la Casa I, el espacio que va desde el Ascendente hasta la Casa II, refleja el cuerpo de cada persona. El signo o los signos que ocupen esta Casa I, y sus planetas regentes, y los planetas presentes, son muy importantes para analizar el tema de la salud y las enfermedades de cada persona, que no los únicos.
-En la Casa VI, el signo o los signos que la ocupen, así como los planetas presentes o regentes, se observan las alteraciones de la salud causadas por malos hábitos alimentarios, contagios de todo tipo, enfermedades agudas, accidentes y trastornos de la salud mental.
La Casa VIII, conocida como la Casa de la muerte, no solo es un lugar donde se señala el tipo y el tiempo de muerte, sino también las enfermedades raras, las alteraciones severas de la salud y las situaciones que dejan a la persona al borde de la muerte, además de la misma muerte.
Un caso de persona muy conocida que nos puede servir de ejemplo es del Carl Sagan, un astrofísico, cosmólogo y astrobiólogo muy conocido como divulgador y que menospreciaba la astrología, y en quien la influencia astrológica se dejó notar de forma clara.
El cosmobiólogo televisivo tenía a la Luna en la cúspide de la Casa VIII, el escenaraio de las enfermedades raras y la muerte. Sagan sufrió de una rara enfermedad de la médula ósea llamada mielodisplasia. Complicaciones de esta enfermedad le causaron una neumonía, la cual terminó con su vida el 20 de diciembre de 1996.
La mielodisplasia es un cáncer de sangre, relacionado con la cuadratura que recibe la Luna del planeta Neptuno, cuya naturaleza patógena se relaciona con todo tipo de cáncer. Marte, que está al lado de Neptuno refleja muy bien el cáncer de sangre.
Si embargo eso no fueron las causas de su muerte, sino a causa de una complicación en los pulmones que cursó en neumonía. Y eso es algo que también estaba escrito en su guion con Urano en la Casa XII, formando oposición con Mercurio en la Casa IV. Y eso se corrobora poniendo el reloj de la muerte en hora para la fecha de 20 de diciembre de 1996 cuando este hombre murió de neumonía y de un raro tipo de cáncer de sangre.
Al poner en hora el reloj del ciclo de 96 años, un reloj matemático que nace de multiplicar 8, de Casa VIII, por 12, que es el número del sistema, donde todo se mueve por atacir a una velocidad de un grado cada 96 días, se observa que el atacir de Urano, que viene de la Casa XII donde están representadas las enfermedades crónicas y graves, un Urano que arrastra consigo la oposición de Mercurio, cuya naturaleza señala enfermedades pulmonares como la neumonía, llegaba a la conjunción con la Luna ubicada en la cúspide de la Casa VIII, “la puerta del Camposanto”, y el cosmobiólogo murió a su hora.
-Nótese que el atacir de Urano, que se mueve a una velocidad de un grado cada 96 días, estaba en el mismo grado y casi en el mismo minuto de la Luna.
Pienso que el ejemplo de Sagan sirva para que se vea de un modo claro las técnicas y el alcance de la astrología.