Una de las formas de entender la influencia astrológica del planeta Urano, es pensando en los impulsos evolutivos. Como ejemplo el gusano que sale del capullo transformado en mariposa.   El esfuerzo que hace este bichito para evolucionar refleja muy bien la influencia astrológica de Urano y los impulsos evolutivos, irrefrenables, imparables. Curiosamente las mariposas son los bichos preferidos de Acuario y de los uranianos.

Cuando Urano afecta por oposición a la Luna, la cosa se complica, suele ocurrir que las personas que nacen en esas condiciones ven alterada  su facultad de reacción del sentimiento, propio de la Luna, llevándoles a buscar situaciones donde se puedan escenificar los más variados antagonismos con los demás. Inicialmente con la madre, luego con la familia y al final con todo el pueblo, creando  discrepancias con tensiones emocionales que les llevarán cíclicamente a rupturas afectivas, muchos  se quedan solos con su  rebeldía. Ese el guión de la oposición de Urano con la Luna.

Este aspecto tiene un poco de bipolaridad. Un día son amables y condescendientes con sus amigos, y a la semana siguiente se vuelven huraños, antipáticos e intratables. Y es que su polaridad femenina de la conciencia está sujeta a desgastes a causa de sus cambios imprevisibles de humor.

Suelen ser personas que poseen hábitos contradictorios, por un lado parecen sujetos a las costumbres sociales establecidas, incluso simulan estar adaptados a lo cotidiano, pero esto solo suele durar un tiempo, hasta que inesperadamente deciden realizar transformaciones súbitas para así poder romper con las ataduras a los demás, se familia, amigos o relaciones, cambiando de pautas morales y de estado de el ánimo. Muchas veces volviendo locos a los demás.

Los dos tenían a Urano opuesto a la Luna. – Corre un bulo por ahí que tuvieron una noche «loca».

Son personas cuya  vida suele estar llena de novedades originales que les crean nuevas dependencias y necesidad de sensaciones diferentes, que tienden a ser contrarias a lo comúnmente aceptado por su  grupo social, o la gente con quién se relaciona habitualmente, creándose, en ocasiones, conflictos engorrosos a causa de manera de vivir, que siempre tiene un alto índice de desórdenes y desajustes.

El medio familiar nunca es normal, en algunos casos es la madre quién provoca estas anomalías. Los hombres que no son homosexuales están atados al hogar por una  esposa que o bien lo mantiene o tienen un genio vivo y una autoridad sobre ellos muy marcada. Esta fuerte atadura a veces acaba por romperse y significa rupturas sentimentales o contrariedades, anormalidades o irregularidades en la vida de pareja o asociativa.

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