Quizás no debería de haberme metido en temas de política ni de astromundial, quizás sólo debería de haberme dedicado a hacer astrología de salón y hablar de las señoras y sus problemas prioritarios o de gastronomía, quizás. Pero la realidad es que la astrología es como la lluvia que lo moja todo, señoras con sus problemas prioritarios, y asuntos políticos que levantan ampollas, todo junto bajo la misma lluvia.

Personalmente todo me interesa, y me llama especialmente la atención observar el modo en el que la influencia astrológica se escenifica a través de la política, de los políticos y las personas afectadas, que somos todos nosotros, cada uno en su país.

A través de los años vividos he podido ir conociendo el resultado de las diferentes maneras de hacer política, a mi edad eso me da una opinión formada y más aún después de haber viajado por numerosos países en diferentes momentos históricos. No tengo un título que avale mis opiniones, pero si tengo una dilatada experiencia de vida que me permite tener una opinión formada en la realidad y no en las ideologías, o en los “apartheid” universitarios donde se crían coletas de varios tipos, eso me hace libre y me permite hablar sin dependencias.

Soy astrólogo declarado y he recibido el escarnio público desde hace medio siglo, tengo las llagas secas y endurecidas, el nuevo escarnio que me estoy ganando a pulso a causa de la polarización argentina, no me va a impedir que siga en lo mío, que es observar el cielo para ver el reflejo de la realidad en la tierra, y luego comentarlo, y en eso estaba y en eso sigo.

La polarización social argentina que estamos viviendo en estos tiempos no es normal. Es verdad que siempre ha habido polarización, pero la intensidad con la que se ha manifestado hasta la salida de Macri, donde hemos visto muchas personas llenas de odio y resentimiento que se insultaban y se agredían de una forma inusual, antes no era así. ¿Cómo se explica esto?

Hay páginas y foros que se dedican a intentar comprender todo esto usando el conocimiento normal, ya sea político o sociológico, y no parece que se aclaren mucho las cosas, salvo la constante culpabilización del “otro” de los males de Argentina, fuera de eso no aclaran nada. .

La mirada acuariana del astrólogo es fría, carente de emoción, como la del cirujano cuando está en plena operación quirúrgica, que no siente ni pena ni cariño, sino que está en lo suyo, trabajando, el astrólogo igual..

Preparo la “lente” del cielo con la que voy a observar lo que ocurre en Argentina desde el observatorio astrológico. Voy a usar la lente del cielo que nace del ciclo de Marte y Plutón.  Cada ciclo es como una lente que observa las cosas en el tiempo. El “tiempo” del ciclo de Marte y Plutón es de los peores, equivalente en meteorología a las ciclogénesis explosivas, que nunca se acompañan de tiempo tranquilo y apacible, el ciclo de Marte y Plutón es semejante.

Dos ángeles malos juntos, o dos “malajes” como dirían los gitanos, los dos matarifes profesionales que podemos tener de vecino. Porque si algo especial tienen estos “ángeles” es que son como la física cuántica, donde te dicen que un electrón puede estar encima de la mesa y al mismo tiempo en la superficie de la Luna.

Según demuestra la experiencia, la influencia de este par planetario, cuando operan conjuntamente es de lo peor para los humanos, su influencia demoníaca provoca enfrentamientos entre personas de la misma nación, antagonismos sociales insalvables, odios ancestrales y deseo de destruir al “otro”, actúan como nosotros cuando queremos romper un escrito, que lo agarramos y lo partimos en dos pedazos para luego tirarlo a la papelera.

El fenómeno astrológico deja notar con mayor intensidad su influencia cuando el planeta o los planetas que forman un ciclo se localizan en alguno de los ángulos de la carta del cielo de un lugar o de una persona, especialmente si se localiza en el Mediocielo o el Ascendente.

Al calcular la carta del cielo del ciclo de Marte y Plutón de 2018-20 para Buenos Aires y luego al calcular el ciclo de 2014-16, en ambos ciclos, la conjunción era angular en Buenos Aires.

Para el que no entienda astrología esto es la “bufa la gamba”, la ignorancia es así, y para el que tenga una mente curiosa o investigadora, puede pensar lo dificilísimo que es que la conjunción del ciclo ocupe el ángulo de un lugar, y en dos ocasiones recientes.

Todo esto para decir, que en mi opinión, y en modo paralelo a cualquier análisis que se quiera hacer, Argentina ha vivido en esos años, la experiencia de estar “poseída” por la influencia de estos “ángeles malos”, que su modo de actuar, el de los malajes, es poseyendo la mente de sus elegidos humanos para hacer lo que a ellos les gusta hacer, por eso se observa mucho “poseído” por la razón, la justicia, la verdad, y todas esas cosas que vociferan los poseídos de los malajes, cuya influencia se prolongó hasta finales del 2020.

A partir del 2022, una vez pasada la pandemia, con el nuevo ciclo de Plutón y Marte que formará conjunción con Venus, me da la impresión que la «grieta» argentina se irá cerrando y veremos muchas menos gente vociferando que en años anteriores.

A ver si se calman y se organizan la vida un poco mejor, la influencia de los astros tendrá mejores vibraciones. Esperemos.

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