Llega la Navidad y todo el mundo cristiano se apresta a celebrar el nacimiento del Niño Dios. Es el tiempo de los belenes, del nacimiento de Jesús de Nazaret en un establo de Belén, de la Virgen y San José, la vaca y el mulo, los pastorcitos que cantan, los peces que beben en el rio, el ángel y la estrella, los tres reyes magos de oriente con sus monturas y sus pajes, la castañera y el caganer, que se lo han quedado los catalanes, que están bajo la influencia de Escorpio, para hacer su Belén monotemático de cada año. Con el caganer ya en tenen prou.
Cuando era joven, con Franco vivo, -para situarnos- durante todos estos días no paraban de sonar los villancicos, no había forma de librarse de ello.
Ande, ande, ande La Marimorena
Ande, ande que es la Nochebuena
En el portal de Belén hay estrellas, sol y luna
la Virgen y San José, y el Niño que está en la cuna
Ande, ande, ande La Marimorena
Ande, ande que es la Nochebuena……………..
No sé si mis lectore/as americano/as saben quién era la”marimorena”. -La Marimorena era una señora castellana mesonera que se lió a sartenazos con unos malos clientes que no querían pagar la cena y montó un bronca tan sonada que ha llegado con este villancico hasta nuestros tiempos.
La marimorena es sinónimo de montarse una bronca de no te menees, algo que ocurre con cierta frecuencia en las reuniones familiares de estos días.
¿Y no te has preguntado nunca que pinta entre todo esto Papá Noël?
Supongo que te habrás dado cuenta que no se oye ningún villancico ya, ni por la radio, ni por la tele. -Si eres joven no tienes porque haberte dado cuenta. Pero si tienes cierta edad te acordarás.
Nada se destruye, todo se transforma, desde hace unos años, junto con los pantalones tejanos, la música rock y el ”jaloguin”, ha llegado Papa Noël para protagonizar las fiestas de invierno, y poco a poco, a desplazar a los belenes y los villancicos por el gruñido “Hou, Hou Hou”. ¡Que bonito!. Entre el caganer y este tío viejo y gordo de rojo, se están cargando cientos de años de tradición.
Lo del niñito Jesús más o menos lo tenemos identificado, pero lo de Papa Noël no está tan claro, por eso pienso que merece una aclaración, con la consecuente polémica que suelen causar mi aclaraciones.
Papá Noël es Santa Claus que a su vez viene de San Nicolás. -Muy bien. -Fui bautizado en la concatedral de San Nicolás de Alicante, bajo cuyo altar se conserva el cráneo de San Nicolás, el resto del cuerpo se conserva en Bari, en Italia. No se sabe cómo pero aquí dejaron la cabeza de San Nicolás.
Cuentan que en el siglo XVI, los niños noruegos, suecos y filandeses pasaban más hambre y más frio que los perritos pequeños, se los comían los piojos y tenían más miseria y más mierda que un palo de gallinero. En ese tiempo en las poblaciones de Ibi y Castalla, en el interior de Alicante, se fabricaban juguetes desde la edad media.
-Se recogían juguetes y se embarcaban en el puerto de Alicante para llevárselos a los pobrecitos niños de norte, con aquellas caritas tan tristes y piel tan delicada. Los juguetes venían de San Nicolás de Alicante, y luego los nórdicos lo trasformaron en Santa Claus y se lo quedaron para ellos. Santa Claus no hubiera medrado sin los juguetes alicantinos. ¿O tú crees que los juguetes se han fabricado siempre en la China?
Otra versión de Papá Noël no tiene nada que ver ni con San Nicolás ni con los juguetes de Ibi.
Papá Noël viene por el cielo con su trineo. -No te calientes la cabeza abreviaré. Papá Noël es una caracterización de la deidad, el ángel o el demonio del planeta Saturno, según lo quieras ver. Con la “parada del Sol” que se puede ver en Carnac durante los tres días de la entrada del Sol en el signo de Capricornio, un signo regido, a la órdenes, a disposición de Saturno, llega todos los años Papa Noël.
Antiguamente en esos días se celebraban las “saturnales”, una fiesta que entre otras cosas consistía en comerse todo lo que hubiera disponible, antes de que se estropeara. Días de comer, de alimentarse al máximo con la finalidad de prepararse para resistir el frio invierno que se viene encima y la tierra ya no ofrecía alimentos, salvo los que se tuvieran almacenados.
Ahora el dios Saturno escenifica su presencia en forma humana, igual que en la antigua Grecia, en forma de un viejo vigoroso, cubierto por rojas vestiduras, con cabellos y barba blanca, como el antiguo modelo griego, pero ahora está bastante más grueso y sonrosado, le ha sentado bien el “tiempo”.
El modelo de divinidad de Saturno, no se corresponde, como cabría pensar, con una deidad aislada y oscura representadora de la inmovilidad del tiempo.
Este modelo, en la actualidad, en su versión luminosa, en uno de sus aspectos más importantes, al igual que el modelo ancestral, representa al consumismo, es el patrón de la sociedad capitalista. Los atributos de Saturno tienen un significado de agricultura recolectora, de abastecimiento de alimentos y de la domesticación de animales. Hoy día su influencia ha instalado su reino en nuestro mundo, en los grandes centros comerciales. Ese es su templo, allí se le reza y se dan ofrendas.
Ya no se oyen villancicos, solo se escucha el horroroso “Hou. Hou. Hou”. ¿Tú has visto reírse a un Capriconio mayor?
Pues eso, llegó el rojerío, se han cargado los villancicos y los belenes y nos han traído al viejo gordo vestido de rojo, que nadie sabe bien quién es ni de dónde viene. Felices fiestas.