EL dragón o la salamandra son el eje central del motivo de la inspiración de la obra de Gaudí, la muestra más patente la tenemos en la Casa Batlló, un edifico que encarna al mismísimo dragón.

El dragón es la representación del Mercurio filosofal, la sangre de la que se nutre el dragón es el espíritu universal, al alma de todas las cosas. El dragón es la materia prima a la que Mercurio, la mente humana, la idea, le da forma. El Dragón verde es el Mercurio de los Sabios, cuyo tesoro sólo descubrirán los que sean puros como niños.

Antes de su gran obra, Gaudí deja al dragón de la creatividad en libertad y construye la casa Batllo, una verdadera casa orgánica, el cuerpo del dragón.

Los balcones del edificio del dragón son la representación de los guerreros que no lograron su objetivo de derrotar al dragón. La fachada está decorada representando el jardin de las hespérides y las manzanas de oro en forma de platos dorados adosadas al muro.

Columnas orgánicas que parecen los huesos alargados del cuerpo de los guerreros devorados, un tipo de columna que sólo se parece a los huesos de un ser extraordinario.

Por si hubiera alguna duda de que esta casa representa a un ser orgánico, al dragón encarnado, Gaudí nos deja un diseño de la escalera donde nos muestra claramente las vertebras de colosal ser mitológico.

La luz interior de la casa del dragón vibra en tono preponderante azul, unos circulos en azul, representando el cielo y alguno en amarillo, en recuerdo del sol y de las manzanas doradas que están siempre en el cielo.

En el camino que conduce a la roca central, reina “nuestro Mercurio”, el Dragón que se desposa consigo mismo y se fecunda a si mismo………………

Gaudi, en la casa del dragón celeste rompe con todos los esquemas de las casas normales y es capaz de bajar el cielo e introducirlo en el corazón del edificio, un casa de luz, de luz celeste infinita.

Los espacios interiores de la casa del dragón, nada tiene que ver con lo conocido, en esta casa aparecen con su mayor insistencia los arcos parabólicos que ya diseñara Gaudi en las cuadras de Pedralbes.

Esta es la estancia superior, el lomo del dragón, la parte alta del edificio un lugar muy cercano al «corazón del drac» , la uténtica fuente de agua de la bola del drac, que luego veremos.

Las tejas estan formadas por planchas de ceramica que emulan la escamas del mítico animal. Y encima, en lo más alto, la cruz cósmica que apunta a los cuatro puntos cardinales y al centro del cielo y al mismo tiempo representa la lanza que se clava sobre el dragón, la victoria sobre el dragón.

Arcos parabólicos cargados de luz, luz orgánica, luz celeste, sensación de vida sensorial, casi se notan los latidos del corazón, ya está cerca la «bola del drac».

Estancias que pertenecen a un tiempo que está fuera del tiempo, formas espaciales creadas con arcos parabólicos de distinta amplitud, como los disparos de un mortero, arcos que se forman en el cielo, arcos del cielo para dar forma al interior de la casa del dragón. -Ya estamos cerca del corazón, de la bola del drac.

La búsqueda de Gaudí era también la búsqueda del Jardín del Edén, siempre un jardín donde hay un  dragón también tiene que ver con el “agua de castidad” .

El dragón alquímico nace del “árbol de los filósofos” es nuestro Mercurio o agua de la vida de la que Dios ha creado todas las cosas.  Esta es la fuente de la bola del drac, el corazón de dragón, que late constantemente y está vivo para quien lo quiera sentir así.

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