Las personas que nacen cuando el planeta Mercurio forma conjunción con Urano tienden a pensar y expresarse de manera bastante atípica, eso es lo que más se nota, pues se trata de una combinación astrológica muy enérgica que se escenifica a través de un intelecto sujeto o supeditado a las necesidades evolutivas, provocando ideas o pensamientos muy avanzados para la época en la que viven, como era el caso de Simone Beauvoire.

Mercurio es el pensamiento y Urano el cielo, quizás por eso hay astrónomos come Kepler o Camilo Flammarion junto con astrólogos como Morin de Villefranche que tienen a estos planetas en conjunción.

Esta influencia en las personas normales se puede notar en que pueden pasar de la calma a un patente nerviosismo, e incluso puede marcar la vida a causa de alteraciones notables que pueden llegar a dejar un descrédito en sus relaciones. A pesar de la apariencia calmada se puede esperar una anomalía en el sistema nervioso, tal y como se sospecha de Eva Brawn. Pueden tener alguna anomalía en su manera de razonar o están sujetos a un suceso extraordinario, anómalo y único, un caso exagerado que puede servirnos de ejemplo de es el de Roy Sullivan un señor que tenía esa conjunción partil y le cayeron siete rayos en siete ocasiones distintas.

En algunos casos podemos encontrarnos ante personas nerviosas al hablar, con algún tic o bien se puede notar que su mente puede estar algo alterada, de alguna manera podríamos hablar de una especie de desarticulación que altera sus expresiones y su pensamiento, siempre existe una diferencia entre lo que quieren decir y lo que realmente dicen.

Paralelamente se puede decir que son personas que tienen facilidad para el aprendizaje de lenguas extranjeras, de música o de actividades intelectuales abstractas; teatro, psicología, simbología etc.

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