El domingo 28 de mayo de 2023 se celebran elecciones autonómicas y municipales en España,  exceptuando Andalucía, Cataluña, Vascongadas y Castilla la Vieja.

En España hay 16 Comunidades autonómicas y una “floral”, un eufemismo para nombrar a Navarra, una comunidad española desde hace siglos, pretendida por los vascos para lograr su deseada independencia.  En total 17 gobiernos autonómicos con sus correspondientes Parlamentos y sus parlamentarios electos, todos a cargo del dinero de Estado, es decir, del dinero que pagamos todos los españoles.

Bueno, bien, vale, es lo que los españoles democráticamente hemos elegido. Nada que objetar, solo informar a mis lectores que no son de España para que se hagan una idea del país en el que vivimos.

Diecisiete gobiernos regionales y uno central, en total 18 centros políticos para decidir, qué, cuándo, cómo y de qué manera tenemos que comportarnos los diferentes españoles. Cada uno generando sus impuestos autonómicos que se suman a los impuestos municipales y estatales cuyo gasto de personal ni se sabe.  Y los servicios que ofrecen al ciudadano dejan mucho que desear, por ser suave. 

El asunto es que el día 28 de mayo de 2023 se celebran elecciones y los ciudadanos, ese día, tenemos el poder de desalojar de sus mullidos sillones a miles de políticos, muchos de ellos absolutamente ineptos.  Es lo bueno que tiene la democracia. Que permite la alternancia e impide la excesiva corrupción y la continuada mala gestión de los políticos.

Cientos de políticos autonómicos y municipales valencianos se verán desalojados de sus sillones, será como sacar los colchones de lana a la calle para que los colchoneros los sacudan. –Eso es algo que ya no se ve, pero que tengo en el recuerdo.

En lugar de sacudir colchones de lana, llega el tiempo de sacudir políticos acolchonados.  Bendita democracia.

Estaba analizando los atacires de la carta de cielo del o Cáncer calculado para Valencia, la capital de la comunidad, y veo las cosas mal para el actual mandatario y para los políticos y las personas de izquierda en general.

Lo que más me gusta de la carta de cielo de la Comunidad valenciana es que el Nodo Norte de la Luna está justo en el Mediocielo, lo que significa un nuevo tiempo de puertas que se abren para un futuro de prosperidad económica y social, algo que nunca ocurre cuando gobierna la izquierda.

El Sol, que representa al gobernante recibe tres cuadraturas; de Neptuno, la Luna y Júpiter desde la Casa VIII, el escenario de las pérdidas y las calamidades.

La Luna representa el pueblo llano en general, está “asediada” entre Neptuno, que representa a los idealistas de izquierda, y Júpiter representa a los “buenistas” del PSOE. Por ello da la impresión de una debacle para la izquierda valenciana.

El día 28 de mayo, cuando se celebran las elecciones autonómicas y municipales, el atacir de Marte, que está muy fuerte porque viene de Aries y de la Casa IX, el escenario de la justicia, aplicará por conjunción a la Luna y formara cuadratura con el Sol.  -De Marte martirio, y de la cuadratura contrariedades, lo que refleja para la población “abrigada” por la izquierda, una desgraciada calamidad. Y eso no puede ser otra cosa que la anunciada debacle de la izquierda valenciana.

Por otro lado se observa que el atacir de Saturno, que refleja el estado de los conservadores de derecha, se une a Plutón que son los de extrema derecha, formando trígono con el Sol, lo que significa que juntos podrían alcanzar el poder de gobierno valenciano, igual que en Andalucía o Castilla la Nueva.

-Oiga mi Lord, pero usted se podría equivocar. “Of course”, faltaría más. Y las encuestadoras que cuestan millones de euros también.  Aquí no hay nadie infalible, los pronósticos son solo eso, pronósticos, y aquí se pronostica la debacle de la izquierda valenciana.  -Bendita democracia y santa la alternancia.

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