Desde hace poco tengo una señora de la limpieza colombiana, viene todos los lunes y me hace el servicio que necesito.  Es inevitable que hable de Colombia con ella. ¿De qué le voy a hablar? Y ella me cuenta cosas y me dice que se ha venido a España con su hijo a buscar trabajo y mejor vida.

-Tranquila la señora que se cansa de leer que no voy contar lo que me cuenta.

El destino de Colombia está en manos de Gustavo Petro, lo mires como lo mires.  Gustavo Petro es Juicio General, que quiere decir que por muy buena carta del cielo que tengas, si eres colombiano, tu destino se puede alterar a causa de la influencia o de lo que le ocurra a Gustavo Petro.

La señora que me limpia se ha enterado que soy astrólogo y me pregunta cómo le irá a Petro, y resulta que Petro ha nacido un día después que yo, por eso me da un poco de “yuyu” mirarlo, porque lo que le pase a él me podría ocurrir a mí, ya que las revoluciones solares siempre serán parecidas.

Digo bueno, venga, va, me armaré de valor y miraré la carta de cielo de la revolución solar de este año 2023 de Gustavo Petro, pensando que es la mía, olvidándome de que se trata de otra persona. A ver que veo y se lo digo a la señora colombiana que me limpia la casa los lunes.

Miro la carta de Petro como si fuera la mía y lo primero que me llama la atención es la cuadratura de Plutón sobre el Sol.  -Digo, madre mía, Plutón sino duele mucho, mucho, mucho no es Plutón, es como la picada de un alacrán. –Tengo el Sol en el grado 27:55 de Aries y Petro un grado más allá, en el 28:45 de Aries. 

Se me arruga el ombligo de pensarlo. Solo al que le ha picado un alacrán sabe lo doloroso que es, con la cuadratura de Plutón pasa igual.  No haré más autorreferencia para que no huya la señora que se cansa de leer.

Pienso que se trata de una “cuadratura separativa” y que señala el dolor de una picada de alacrán del pasado, bien dolorosa.  Aunque no me fío ni un pelo y tengo más miedo que un perrito pequeño.

Luego me he fijado más en la carta del cielo de la revolución de Petro y he observado que el Parte arábigo de los accidentes está sobre su Plutón. –Si fuera mi amigo o mi cliente le aconsejaría del mejor modo posible que se fuera a cumplir años a Cartagena de Indias y que no se quede en Bogotá. Pero como no es mi amigo, mi me conoce, ni sabe que existo, ni creo que crea en la astrología, no le puedo aconsejar.

Sigo mirando su carta, que no es la mía, porque la diferencia de un día cambia la posición de la Luna, y veo que la Luna de Petro está junto al Parte arábigo de Infortunio, por ello de nuevo le aconsejaría si pudiese, lo que he dicho antes, de ese modo los Partes arábigos se separarían de Plutón y de la Luna y no serían dañinos.

Me he quedado mirando la carta del cielo de la revolución de Petro un poco más,  y observo que tiene al planeta Marte en la Casa VIII, un escenario bastante dramático, formando una “recepción mutua inarmónica” con la Luna. Y eso es así porque Marte está en Cancer, domicilio de la Luna, y la Luna está en Aries, domicilio de Marte, formando aspecto de cuadratura, eso es lo que se llama -recepción mutua inarmónica- cuya influencia “indica errores, equivocaciones, desatinos, desacuerdos, enredos, suplantaciones, malas interpretaciones, decepciones, deslealtades y trabajos baldíos”.  sic. Astrología predictiva página 31. T.M.

-Eso es lo que dice el libro, yo no digo nada, cada uno que piense lo que quiera. Lo mismo no le pasa nada y esto de la astrología son pavadas.

Oiga mi Lord, ¿Y qué le dirá a la señora de Colombia que le limpia la casa los lunes?

-Nada, no le diré nada. Total ¿Para qué? -Con las preocupaciones que tiene la mujer ya es bastante, no le voy a calentar la cabeza con los peligros que corre su presidente, y el lío que se puede montar en Colombia. ¿Qué gano con decírselo? -Si además podría ser que no pase nada.

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-El día 19 de abril, leo en la prensa: El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se encuentra en Estados Unidos de cara a una reunión con su homólogo Joe Biden, programada para el próximo jueves 20 de abril. Bogotá es uno de los más fuertes y antiguos aliados de Washington en América Latina, pero el primer mandatario de izquierda colombiano intenta impulsar un cambio en las relaciones bilaterales. La propuesta de una nueva política frente a las drogas y las relaciones con Venezuela están en la primera línea de la agenda.

La carta es diferente y ya no existe alto riesgo. Tendrá enemigos que antes eran amigos. En especial mujeres. Me da la impresión de que la ministra morena que le gusta tanto subir en helicóptero, se la puede jugar.


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