¿Sabían los Maya calcular eclipses? Por supuesto que sí, los astrólogos sacerdotes Maya sabían calcular el día en que habría un eclipse de Sol y además en que zona del cielo se produciría el ocultamiento de Sol por la Luna, en este tema los Mayas eran unos maestros, eso lo podemos comprobar descifrando un fragmento del folio 53 del códice Dresde donde aparecen claramente calculados eclipses de Sol, vamos a ver ese fragmento donde se exponen nítidamente unas tablas que se relacionan con eclipses de Sol.

En esta estampa jeroglífica tenemos un rico contenido de números y glifos apetitosos de descifrar, además de una imagen familiar para quienes conocen el Mundo Maya.

Esta estampa jeroglífica del Códice Dresde, al igual que todas las demás, es un tipo de calendario efemérides que tiene un cierto parecido a los calendarios Tzolkin y a los Ik Ix o de las 13 lunas; las cifras expresan días y los glifos que hay en la parte superior muestran lo que se puede ver de manera real en el cielo de ese tiempo. La figura principal de la estampa significa el fenómeno astronómico extraordinario en ese tiempo. Así que lo primero que tenemos que descubrir es quién es el “julai” con cara de calavera que está sentado.

-Al principio asusta un poco, luego cuando te acostumbras ya sabes que esta calavera y el esqueleto son una de las cosas más importantes de la cultura Maya y mexicana. Esta calavera está por todas partes de México es uno de sus símbolos más preciados.

¿Pero quién es la calavera sentada? ¿Qué tiene de especial este esqueleto sentado, para que sea un esqueleto especial? ¿Qué tiene el esqueleto que sea raro?

-¡Los cascabeles!. ¿Qué hace un esqueleto con cascabeles?

Pues dar la nota, decirnos algo, decirnos que es una calavera que tiene unas cositas que hacen “tilín”, “tilín”.

Los cascabeles, en el lenguaje de los códices Maya siempre significan estrellas que tintinean en la noche. Una estrella importante se representa como un cascabel, mientras que un asterismo de estrellas se representa como un ser descarnado que tiene varios cascabeles, tantos como estrellas importantes tiene el asterismo estelar, como ocurre en esta estampa del folio 53.

Los astrólogos Maya que crearon estos calendarios tenían la costumbre de dibujar el glifo que representa de modo resumido al ser de la estampa, encima de ella, en el primer lugar de la izquierda, tal como hacen en los calendarios Tzolkin.

El glifo de la cara sonriente con el ojo cerrado ya quedó descifrado en el folio 2 de este códice lo que nos permite identificar al ser en forma de calavera sentada que tiene 8 cascabeles tintineantes. http://titomacia.ning.com/profiles/blogs/mundo-maya-las-pleyades-un

Ese ser calaveroso es la representación del asterismo de las Pléyades.

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Para los Maya esta zona del cielo era importantísima, pues cercano a este punto es donde se producen casi la mitad de las conjunciones verdaderas y los eclipses de Mercurio o de Venus sobre el Sol. Las Pléyades son un mojón celeste de primera magnitud para los Maya, y en esta estampa nos están tratando de decir que ocurre algo extremadamente importante en esa zona del cielo en esas fechas.

¿Qué cosa importante y extraordinaria pueden querer anunciarnos? Un ligera mirada a los glifos superiores y se observan los glifos que significan eclipse:

El glifo de la parte izquierda tiene el símbolo solar en el centro y el de la derecha lleva un glifo que se parece al de las Pléyades y que se usa para el número 20.

Parece que queda claro que se trata de un eclipse relacionado con las Pléyades. Ahora no tenemos más que buscar cuando hubo un eclipse en esa zona del cielo entre los años 1000 y 1050 que es el tiempo en el que está datado este códice.

Utilizando unos buenos programas de astrología y de astronomía y trabajando un ratito al final se localiza.

El eclipse que dan tanta importancia en esta estampa es el eclipse de Sol ocurrido en el mes de mayo del año 1025, por dos razones; la primera porque ese eclipse deja al descubierto a las Pléyades en pleno día, algo que no ocurre con ninguna frecuencia.

La segunda razón es por que el eclipse de mayo de 1025 dejo a oscuras la zona del Yucatán donde estaban nuestros astrólogos sacerdotes confeccionando el códice.

La sombra del eclipse oscureció totalmente la zona de Chichen Itzá, Ek Balam, Izamal, Cobá, Tulum, Mayapan, Uxmal y casi todos los asentamientos Maya más importantes de la península del Yucatán.

-Se ve ahora la importancia de la estampa del códice y además no puede haber la más mínima duda del momento del tiempo en el que estamos, ya que el eclipse se produce el día 29 de mayo de 1025.

-Al descifrar la imagen central y tener resuelto en enigma mayor, ocurre igual que cuando introduces la llave que corresponde a una cerradura….. se abre una puerta que hace comprensible al resto de la estampa jeroglífica.

Las secuencias de números de la parte inferior, donde hay tres barras y dos puntos en negro, que significan 17, encima hay una barra y un 3 en color rojo que significa 8, pero al estar en segundo lugar, la cifra de color rojo multiplica su valor por 20, de tal manera que son 160. Así que 160 más 17 son 177.

177 es un número muy familiar para los que hacemos Astrología, pues son los días que transcurren desde un eclipse de Sol hasta el siguiente. Por eso en esta tabla cada columna contiene un paquete de tiempo que va de un eclipse a otro.

Y si queremos echar las cuentas partiendo del eclipse podremos saber en qué fechas estamos.

Las cifras de color negro que hay en la parte superior, debajo de los glifos, nos van señalando los días que van transcurriendo y los glifos significan los fenómenos celeste que se podrán observar en ese tiempo.

Este es uno de esos glifos que significan configuraciones celestes importantes, en este caso este glifo compuesto significa un momento del año en el que Venus y Júpiter se alinean sobre el horizonte. Un fenómeno astronómico muy venerado en la zona de Cobá y Tulum, donde en la artesanía del lugar, está representado este fenómeno con el dios ascendente y la diosa descendente.

Es seguro que se trata de esto pues el 17 de julio del año 1025, un poco después del eclipse solar de las Pléyades, hubo en el cielo esa configuración de alineamiento perfecto entre Júpiter y Venus, tal como se puede ver en la carta del cielo de ese dia.

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