A la influencia astrológica del planeta Neptuno, se la considera como la “octava mayor” de Venus, ocurre igual con Marte y Plutón, o con Mercurio y Urano, que son pares planetarios que pertenecen a una misma familia.
Venus es el arte y Neptuno la inspiración, cuando ambas cosas se apoyan se crea la belleza y la ilusión. Venus son los colores y Neptuno los aceites, los “oleos” que toman color cuando se acompañan de Venus, sino se quedan en meras manchas, como la porquería de arte que nos quisieron vender con la moda de las manchas de colores, sin formas ni flores. Y es que la naturaleza de Neptuno es un engañabobos, que te hace creer que, en unas manchas hay cosas bellas que observar.
Venus es la belleza, todo tipo de belleza, mientras que Neptuno son los tules, los velos, las túnicas semi transparentes, las camisas mojadas pegadas al cuerpo desnudo, y los cristales esmerilados que exacerban la imaginación y hacen pensar que hay más belleza de la real. Por eso Venus y Neptuno es una buena combinación.
Cuando ambos planetas se unen por aspecto de trígono, se forma un puente de oportunidades para crear arte, belleza, moda o para tener experiencias románticas o místicas, o las dos cosas, se puede ser artista y místico a la vez. Con el trígono de Neptuno a Venus se tienen oportunidades para el desarrollo místico y espiritual. En la búsqueda espiritual, el amor carnal, propio de Venus puede tomar el camino de la espiritualidad. Este aspecto lo tenían; Yogananda Paranamsa, Sri Aurobido, Monseñor Escribá de Balaguer, Alan Watts y Osho, éste último derivó un poco lo místico por lo sexual y se montó un lío descomunal, el Sida hizo estragos en él y en sus seguidores. Y es que Neptuno, además de la espiritualidad es el planeta de la enfermedad.
Al margen de lo místico, el trígono de Venus con Neptuno potencia la capacidad que tiene el ser humano de “actuar” de ser actor, de sonreír ante alguien que te dan ganas de estrangularlo. Y es que todos somos artistas y usamos a Neptuno para disimular. Venus en trígono Neptuno, el arte del disimulo, el artista natural, por eso hay muy buenos artistas de cine de tienen este aspecto; James Dean, Marilyn Monroe, Tom Hanks, Anthony Quinn, por citar a grandes artistas donde se nota en especial ese arte del disimulo profesional.
Por si alguien se pierde con la palabra; disimular es ocultar con astucia o habilidad lo que sea o convenga. Y también significar disfrazar las cosas, algo que, quienes tienen a Neptuno en trígono con Venus, son unos auténticos maetros del disimulo. El arte de disimular, los artistas del disimulo, son los políticos, en eso son superiores al resto de los humanos. Este aspecto lo tenían polícos de la envergadura y el pelaje de Churchill, Edmund Kolh, Felipe Gozález, Alfonsín, Bolsonaro o la Nacy Pelosi, que como muchos otros, son unos grandes artistas del disimulo y de la política, el arte del disimulo.
La influencia de Neptuno, por ser acuosa es muy variopinta y puede fluir por muchos lugares. Neptuno es la música, y si no lo es como si lo fuera. La música, cuando es arte, y no la burrada mecánica moderna, que eso no lo aguanta ni un rockero duro, el arte de la música es cosa de Venus y Neptuno por eso hay un montón de grandes compositores que tienen este aspecto; Albeniz, Segovia, Brahams, Debusy, Malher…………..o Joaquin Sabina, que también compone música.
Venus es el dinero y si no lo es, como si lo fuera, y Neptuno, al igual que sus hermanos Júpiter y Plutón, cuando afectan a la Casa II, traen dinero a montón. Onassis tenía Venus en la Casa II en trígono con Neptuno.
En el plano más normal, este aspecto aparece en personas que casi siempre logran hacer realidad sus ilusiones sentimentales o sexuales. Este aspecto es como una cuesta abajo que les lleva a vivir ilusiones románticas, por eso están sujetos a variadas experiencias sentimentales. Se ilusionan con mucha facilidad cada vez que se encuentran con alguien en quienes proyectar sus fantasías románticas o sexuales. También es señal de amores secretos y turbulentos. Por todo ello la vida sentimental de quienes tienen este aspecto suele ser algo complicada, acompañada de relaciones extrañas u ocultas y de ayudas providenciales en tiempo de enfermedades
En todos los casos se trata de personas que tienen un encanto especial, una gracia que las hace atractivas al margen de su aspecto físico, como puede ser el tener mucho dinero, o algo así como tener “duende”, que es algo difícil de reconocer en los hombres. También es corriente que posean un don artístico que les acerque a la música, la pintura, la moda o cualquier otro tipo de manifestación artística.