Aburrido de este presente incierto, he abierto la caja de los relojes mágicos para ver cuál de los grandes relojes celestes va a comenzar un nuevo ciclo próximamente.

He medido el brazo hasta el codo, y “remenando, remenando”, como le dicen los catalanes al remover las cosas, he pillado el reloj del ciclo de Júpiter y Neptuno en Piscis, que será el próximo reloj mágico en ponerse en marcha.

-Aquí en la mano lo tengo, es un reloj que se le nota añejo y de rancio abolengo. Se puso en marcha el 17 de marzo de 1856 y terminará su carga de tiempo el 12 de abril de 2022, que será entonces cuando comenzará un nuevo ciclo de 166 años.

Este ciclo de Júpiter y Neptuno tiene de especial que la conjunción ocurre en el signo zodiacal de Piscis, donde ambos planetas tienen dignidad y dan por ello lo mejor de sí, y se lo considera un buen ciclo, un reloj que cuando suena sus horas ocurre algo bueno para la humanidad. Por eso me gusta y he decidido abrirlo.

-Esto de los relojes mágicos, tiene sus inconvenientes, en realidad son “modelos matemáticos” que varían según el lugar del mundo para donde se calculan. Lo que significa que elegir un lugar de mundo donde el reloj deje notar bien sus horas no es tarea fácil.  Y antes de viajar al futuro conviene hacer en primer lugar un vieje al pasado para ensayar el reloj y no equivocarse de pronóstico.

Abro la tapa del reloj del ciclo de Júpiter y Neptuno, al que le quedan unos meses de vigencia. Se despliega la alfombra donde caben todos, se abre el panel de mandos y me pide que le dé fecha y lugar…………..ahora a pensar a ver donde se nos ocurre ir.

-Voy a usar la técnica de astrocartografía angular para localizar algún lugar del mundo, una capital importante, donde el Sol ocupe un ángulo, de ese modo me aseguro que en ese país el reloj del ciclo tiene más “astrodinas” y por ello se ha de notar más.

Realizo al cálculo, usando el programa Kepler de Migue G. que es un programa carente de adornos, pero muy eficaz y observo que en Moscú el Sol es angular, así que procedo a realizar el cálculo de la carta del cielo del ciclo de Júpiter y Neptuno en Piscis de 1856, que tiene una carga de tiempo de 166 años, tomando como punto de referencia a Moscú, la capital de “todas las rusias”.




-Mira qué bonito, para el que entienda de astrología, para los demás un galimatías- Un ciclo de 166 años que cambió a todas las rusias.  No haré historia porque es larguísima y mis lectores seguros que se la saben.
-Fíjate, un ciclo con Ascendente en Cáncer con La luna en la Casa I en cuadratura con Plutón. –Lo que habrá sufrido el pueblo ruso en este tiempo.
Aún recuerdo la cara de unas mujeres que limpiaban los candelabros de las iglesias ortodoxas que desprendían una pena profunda, una tristeza casi genética.  El pueblo ruso ha pasado muchas penalidades en este tiempo.
-Oiga don Tito ¿Y dónde está lo bueno del ciclo?
-Espera un momento que aún no lo puesto en marcha. -Hay que ver que impaciencia tiene los lectores de ahora.
Aparte del Sol que ocupa el Mediocielo de Moscú me llama la atención el planeta Marte que se sitúa allá en el fondo del cielo, donde está el teatro en el que se escenifican los finales. Marte débil o dispositado por Venus que le quita la maldad.
-Digo, -déjame que ponga en hora el reloj para cuando los atacires de la conjunción de Júpiter y Neptuno llegaron al lugar de Marte para ver que de bueno ocurrió.
-Se eleva la alfombra, vamos a viajar al pasado, si quieres venir te vienes y si no, no. Las personas gruesas al centro las flacas a los flecos y asi viajamos todos más seguros y mentalmente equilibrados.
-Conecto el panel de mandos y le comunico que nos lleve con el atacir de la conjunción de Júpiter y Neptuno al grado de Marte, a ver qué se ve en el panel, y luego nos asomamos por la alfombra a mirar abajo.




Ahí estamos, nos colocamos en la vertical de la Plaza Roja.
En el reloj de la carta del ciclo, a primeros de marzo de 1953, el atacir de la conjunción, llega al mismo grado y minuto que el planeta Marte, redondeando el ciclo a 166 años.  Y al mismo tiempo el atacir del Sol y del Mediocielo llegan justo al lugar del Nodo Sur de la Luna. 
20 astrodinas por un lado, más otras 20 del Sol y el MC, más las que aporta el doble quincucio siniestro, que este caso es favorable, porque los quincucios de regreso son los buenos y los de ida los malos- Seguro que se superan las 50 astrodinas en el ciclo que siempre tañe para dar horas buenas, alivios o mejoras para la humanidad.  Y ya sabemos que a partir de las 40 astrodinas ya las cosas no serán como eran antes en ese lugar.
Vamos a asomar la cabeza por la alfombra a ver qué se ve en la Plaza Roja de Moscú en los primeros días de marzo de 1953 que sea bueno para la humanidad.
Si Marte fuera un limón y le apretásemos qué saldría? –Pero Marte no es un limón sino el mismísimo númen del arcangel Azrael, el que se llevó a San José el día de su muerte.
Mucho bullicio hay ahí abajo, no les veo las caras porque hace un frío que pela. Menos mal que la alfombra viene aclimatada, sino aquí nos quedamos más tiesos que un carámbano de hielo. Ahí abajo hay un entierro de mucho cuidado.
Bajo un momento, agarro un periódico y subo, que con todo el jaleo no se sabe bien qué es lo que está pasando en Moscú. Tengo cara de ruso judío y paso desapercibido allí donde voy.
Aquí tengo una noticia importante:

«Stalin, el fin del «hombre de acero»

“En la tarde del 2 de marzo de 1953, Iósif Stalin, el líder de la Unión Soviética, fue encontrado tirado en la alfombra. Su muerte, anunciada días más tarde, el 5 de marzo, inició el proceso de «desestalinización» que sólo terminaría con la disolución de la URSS en 1990.”
 
¿Fue buena o mala noticia para la humanidad?
 
Stalin fue de lo más horrible que le ha podido pasar al mundo, él y Hitler fueron personajes de lo más dañino para la humanidad. No quiero pensar la cantidad de personas que murieron y padecieron a causa de estos dos asquerosos.
 
Y sí, el reloj del ciclo de Júpiter y Neptuno en Piscis tañe sus campanas para darnos horas buenas y la muerte de este asqueroso personaje, fue una bendición para los rusos y por extensión para la humanidad.
-Vámonos de aquí que hace mucho frío. Ya hemos visto bastante que el reloj funciona bien y quedan le quedan unos meses antes de comenzar su nuevo ciclo allá por el mes de abril.
–Aún veremos algún stalinista trasnochado queriendo vender la bondad de Stalin, que nunca se supo done la tenía.
-Pliego la alfombra, guardo el reloj y otro día viajaremos al futuro.
 
 
 

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