Por ahí va el cometa Leonard, no se le había visto el “plumero” desde hace más de 80.000 años, no hay recuerdo de su paso, nadie sabe que ocurrió. Lo único que se sabe es que cada vez que aparece en el cielo un cometa con cabellera, en la tierra aparecen nuevos líderes. Esa es la información que hay.

El cometa está entrado en escena, y está dejando ver su brillante cabellera por la zona cercana a la estrella Arturo, en el tercer decanato del signo de Libra, un signo zodiacal a las órdenes de Venus, la diosa del  amor, y también de la guerra. No nos olvidemos que era la compañera de Marte cuando la llamaban Instar.

El cometa pasa el filtro de Libra y se transforma en unas lideresas femeninas.  Como una lluvia de estrellas pero en formato señoras aspirantes al poder, lideresas dispuestas a mandar. Igual que las setas en otoño que salen por aquí y por allá.  Temporada de lideresas y es lo que señala la llegada de este cometa.

Cuerpos oscuros que ahora se iluminan cuando se aceran al Sol. Mujeres oscuras, alejadas de los focos mediáticos que adquieren protagonismo conforme se acercan al poder.  Y no es una, son muchas, en cada país brotan lideresas, basta con prestar un poco de atención para verlas en acción, y que el foco mediático se fije en ellas.

En México hay un cometa con dos platillos en la balanza, dos mujeres que aspiran al poder. El ambiente mexicano está suficientemente polarizado como para que en las próximas elecciones se enfrenten los extremos; Morena y el Pan. Digo Morena y el Pan y no nombro al Pri, ni a nadie más, porque en estos dos partidos se baten el cobre dos mujeres, dos lideresas; Claudia Shumbaum de Morena, la preferida de don Andrés.

Y Margarita Zabala, del Pan, en posición completamente opuesta a la anterior.  Dos lideresas que van a ocupar el espacio mediático de México, como los dos platillos de una balanza que salen en danza.

Esto es como sentarse a la entrada del pueblo y ver venir a las señoras que nos trae el cometa.- Seguro que hay muchas más.

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