Lo que ocurre en el mundo en el presente, podemos leerlo en las páginas de la prensa, que cada vez son menos periódicos informativos y más folletos publicitarios o medios de opinión política. Pobre gente, lo que eran y lo que son, en lo que han caido. 

-El presente de este final de año 2021, ya lo sabemos; sigue la pandemia azotando a Europa, se confinan los holandeses, mientras que  a los “morenitos” de Ruanda apenas les llega el bicho.  Se ha apagado el volcán de la Palma, que vaya pelma de volcán, parecía que no se apagaba nunca. Ha ganado Gabriel Boric en Chile, las izquierdas tienen el control en casi todos los países latinoamericanos. Ahora irán a por Brasil y luego a por Colombia, pero eso ya es futuro.

El futuro viene poco a poco, y como los volcanes a veces hay erupciones.

2022 es el año del futuro, 12 meses de futuro por delante y más allá, el futuro es infinito, da vértigo pensarlo.  El futuro cercano es lo que tiene interés, lo que ocurrirá dentro de un millón de años se lo dejaremos para los astrofísicos, que a ellos también les gusta pronosticar.

El 18 de enero de 2022 es la primera Luna llena del año, el primer reloj de las lunas llenas del año 2022, un reloj mágico que es como un espejo en el cielo, que si se enfoca bien, se pueden reconocer los lugares del mundo donde van a ocurrir las cosas más interesantes del mes.

La carta del cielo de la Luna llena se convierte en un reloj muy especial, que da la “campanada mayor” en el lugar del mundo donde el Sol y la Luna sean angulares, en especial cuando la Luna está en el Mediocielo y el Sol en la parte opuesta, igual que ha ocurrido en la última Luna llena del 19 de diciembre en Chile, donde la “campanada mayor” se ha dejado notar más que en ningún otro lugar del mundo.

En la carta del cielo de la Luna llena de enero en Bruselas, se repiten esas mismas posiciones del Sol y la Luna, con el añadido de que el planeta Plutón interviene en la configuración por estar en conjunción con el Sol, ambos en la cúspide la Casa IV, el escenario de los finales.  Lo que no se sabe es que tipo de final será, de qué estará avisando la gran campanada de Bruselas y a quienes va a afectar.

Esperaremos un poco a que vaya entrando el nuevo año para atisbar mejor y más de cerca esta “campanada” y saber de qué se puede tratar. De momento en Bruselas, la capital de Europa se va a notar una campanada final. –Lo mismo es el final del confinamiento severo y ya está. Ojalá.

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