Ucrania es un país de tamaño medio, del tipo de España o Argentina, con casi los mismos habitantes, un país que se encuentra a mitad camino entre Europa occidental y Rusia, con quien ha tenido sus cuitas en otro momentos históricos. En el siglo XIII entraron los mongoles por su frontera Este y arrasaron la mayor capital de Europa que en esos años era Kiev. Una desgracia total para ese país.

Durante la dominación comunista rusa, los ucranianos fueron asesinados masivamente durante la limpieza ética conocida como el Holodomor, cuando fueron exterminados por los comunistas, sin ningún tipo de piedad, más de 4.000.000 de personas, cinco veces más muertos, que durante la guerra civil española. El comunismo se colmó de gloria con el genocidio de la población civil ucraniana. -Pol Pot fue un angelito en comparación con la masacre ocasionada por el comunismo en Ucrania.

-Digo esto para que se sepa que este país tiene un poquito de mala suerte con su frontera Este, donde ahora están estacionadas las fuerzas armadas rusas, no se sabe bien con qué intención.

Al margen de lo que nos cuenta la prensa, he puesto el foco astrológico en ese país usando el reloj del ciclo de los 30 años, el reloj de las “malas horas”, porque un ejército amenazando tus fronteras no es para “enhorasbuenas”, sino todo lo contrario.

Voy a calcular la carta del cielo del ciclo de los 30, el que se formó cuando ocurrió la conjunción de Marte y Saturno en el signo de Cáncer en 2004, y cuya influencia llegará hasta el 2034, donde ambos planetas dan lo peor de su influencia, y lo voy a poner en hora para el 20 de enero 2022, a ver que se refleja en ese cielo.

-Una vez desechados los elementos secundarios, con la intención de que el gráfico lo pueda entender todo el mundo, se observa que en la carta del cielo inicial de este ciclo, Marte y Saturno ocupan el mismo grado del Ascendente de Kiev, por ello son “angulares” en Ucrania y anuncian que en este país se puede notar, más que en otras partes del mundo, su mala influencia.

Al poner en reloj en hora se observa que el atacir de la conjunción de Marte y Saturno, que se acompaña del Ascendente, está llegando a la cúspide de la Casa IX de Kiev donde está el planeta Neptuno.

Vamos a contar astrodinas; 30 astrodinas que arrastran Marte Saturno y el Ascendente y 20 que tienen Neptuno y la cúspide de la Casa IX suman 60 astrodinas cuando ocurra la inminente conjunción.

Si comparamos la suma de astrodinas con la escala sísmica de Mercalli, estamos ante una eventualidad cuya influencia podría marcar un antes y un después, no sólo en Ucrania, sino que afectaría a toda Europa y el orden mundial.

Regresando a la mirada astrológica a ese Neptuno en la cúspide de la casa IX de Kiev. La Casa novena representa todo lo que ocurre o proviene del extranjero, y la cúspide de la Casa IX son las fronteras, la puerta de entrada y salida de cualquier lugar.  Neptuno, o mejor, la influencia de Neptuno, se escenifica en modo cortina de humo, como los faldones de los clérigos donde ocultan sus pendejos esos tipejos, lo que se tapa, lo que se oculta, un lío se mire como se mire, así es la influencia de Neptuno-

……y la espiritualidad, don Tito no se olvide.

La espiritualidad…………calla, calla, calla, si tú supieras lo que ocultan bajo su manto de espiritualidad los que van de “espirituales”, saldrías corriendo. Neptuno es maléfico para la humanidad, igual que cualquier enfermedad o cualquier engaño del tipo que sea. Y claro, no hay mejor acicate para la espiritualidad que ponerte enfermo, cuando más grave mejor, o que se enferme grave tu hijo, así te haces espiritual.  Hay mucho cuento y mucho engaño bajo el manto de la espiritualidad, y para acabar de arreglarlo, el comunismo es neptuniano, todos iguales hermanos, una ilusión semejante a cualquier credo o religión eso es Neptuno, una estafa descomunal.

Y ahí está, en la frontera de Ucrania, y sobre esa frontera va a pasar la conjunción de Marte y Saturno, como pasa una apisonadora cuando se asfalta una carretera.

Ya queda poco para que la prensa nos cuente como va todo en la frontera de Ucrania, mientras nos lo cuentan, nos vamos a meditar.

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