Este año 2022, en Colombia hay elecciones legislativas en marzo y segunda vuelta de presidenciales el 19 de julio. Porque las primaras con más de 20 candidatos no vale la pena estudiarlas, nadie va a lograr más del 50% de los votos.
En Colombia parece que siguen el mismo guión que en El Perú y en Chile. Una multitud de candidatos conservadores o liberales dispersos, los típicos verdes que luego son rojos, y casi toda izquierda está pegada a un candidato. Y Petro no es el del sombrero, ni el novato Boric, este hombre ya tiene mucha experiencia y es un Aries de los que no se rinden nunca.
Llegados a este punto me pregunto. ¿Por qué está ocurriendo en casi todo latinoamérica esto?
La contestación nos la tendría que dar un sociólogo formando en geopolítica latinoamericana.
Puedo dar mi opinión, eso sí. –Por la experiencia de haber visitado, no en modo turista, casi todos los países latinoamericanos, he ido observando una desigualdad social exagerada, un desequilibrio enorme entre unas clases sociales altas dueñas de casi todo, una clase baja pobre multitudinaria y una clase media muy reducida en proceso de extinción o de migración. El que puede se va. Mucho señorito y señorita y mucho pobre, como en España en los años 50.
Una desigualdad exagerada es un desequilibrio social. Antes se resolvía con una revolución, se instalaba una guillotina y se equilibraba todo rápidamente. Hoy día eso no se usa, ahora hay elecciones democráticas donde se les corta la cabeza a los que no han sabido solucionar el problema de la excesiva desigualdad. -Porque desigualdad la va a haber siempre, los excesos son lo malo.
Y aquí en Colombia aparece un señor Aries con Ascendente Acuario dispuesto a arar el país, darle la vuelta a todo y acabar con el excesivo desequilibrio social.
En la carta del cielo de nacimiento de Gustavo Petro, en el horizonte o el Ascendente está asomando la estrella Altair, la alfa de la constelación del Águila, una estrella muy caliente del tipo Sirio que puede superar los12.000 grados y su influencia es semejante a la combinación de Venus y Júpiter juntos. Este tipo de estrella, si tiene donde agarrase, aumenta la posibilidad de ser célebre en su medio, influye para que sea una persona muy conocida en el mundo donde se mueve provocando atracción social y apoyo de los demás. Petro tiene a la Luna junto a la estrella Altair, igual que Maduro la tiene con Spica. Este tipo estrella induce a los demás buscar refugio en ellos.
Quedémonos con el dato de que Gustavo Petro tiene una buena estrella “elevadora” junto a su Luna, igual que Nicolás Maduro- Llegados a este punto conviene recordar que las estrellas, no tienen juicios morales, ni vergüenza, ni nada. Las estrellas son como los pescadores de costa con caña, que tiran el anzuelo y te pueden pescar una lubina a un cabot.
Creo que es mejor que nos vayamos preparando. He calculado los atacires sociológicos del ciclo de 60 años, el C60, que suele mostrase muy eficaz, para el día 19 de junio de 2022, que es cuando se celebran las elecciones presidenciales en segunda vuela, y mira lo que se ve.
Resulta que en ese tiempo, el atacir de Saturno llega hasta el Ascendente, la Luna y la estrella Altair. –Así en principio da un poco que pensar. Una de las veces que me equivoqué en un pronóstico sobre un político, fue a causa de este mismo atacir de Saturno sobre la Luna, pensé que eso le mermaría popularidad, y no fue así, sino todo lo contrario.
Petro tiene a Saturno en su Domicilio de Capricornio y en su Gozo de la Casa XII, donde según demostró Michael Gauquelin y se sabe por la tradición, Saturno en la XII hace personas sabias como son los investigadores y en este caso los políticos, que también son de Saturno.
Un Saturno en domicilio y en gozo tiene que dar lo mejor de Saturno, lo que da para pensar que este atacir le beneficiará, saldrá su estrella a relucir y seguramente será el próximo gobernante de Colombia.
Otra cosa será el tiempo que dure y el modo en que puede acabar, eso es harina de otro costal, otro trabajo más.
Y que nadie me odie por hacer mi trabajo, y lo bueno que tengo es que no soy infalible, me he equivocado más de una vez.