En el mes de febrero de 2020 estuve primero en Miami, y a mitad de mes en Bogotá organizando unos maratones de astrología con la ayuda de mis amigas Maria Taylor de Miami y Patricia Molina de Colombia. Estaba tan feliz en mi pequeño departamento de Bogotá cuando estalló la crisis sanitaria del covid. –Desagradable sorpresa, susto, a qué negarlo, sensación de impotencia, se prohibía la salida de los hoteles a los extranjeros y se clausuraron los vuelos de regreso a España. Una sensación de angustia me invadió, pensando en que me podía quedar recluido no se sabe cuánto tiempo. Finalmente logré un billete de vuelo de regreso a España a un precio desorbitado.

Al llegar al aeropuerto de Madrid, a primera hora de la tarde, todo era un desierto, increíble, nunca había visto ese enorme aeropuerto internacional tan vacío, ni cuando llegas en un vuelo de madrugada. Todas las tiendas y las cafeterías cerradas. Un expendedor automático de café que al ponerlo en marcha solo salía agua caliente. Una sensación apocalíptica indescriptible. Nadie sabía bien lo que estaba ocurriendo, ni nadie informaba de nada, solo miedo, un miedo de no se sabe bien qué, un sentimiento de vulnerabilidad nunca antes vivido.

Al llegar al aeropuerto de Valencia, que aunque es un pequeño aeropuerto provinciano, no se puede comparar con el Alicante que es internacional y mucho más grande, siempre suele estar muy vivo y animado, y ese día era otro desierto, impresionante, como una película de ciencia ficción. Un taxi y a casa a báñame y confinarme, no había otra opción es ese momento. Llegar y confinamiento, un shock para mí y para todo el mundo. Ya estaba en casa, ya estaba a salvo, nunca había sentido algo así, supongo que a los demás les ocurrió algo parecido.

En el 2018 publiqué un libro de astromundial donde a partir de la página 16 escribía sobre el Índice cíclico planetario y decía:

“El indice cíclico en el 2020

La onda del índice cíclico planetario tiene una elevación extraordinaria en el año 2020, en ese año se produce la conjunción de:

1- Júpiter con Saturno

2.-Júpiter con Plutón y

3.-Saturno con Plutón. 

Tres ciclos nuevos que son como tres autobuses que parten en su viaje cada uno con su pasaje y su duración, un inicio de tres ciclos nuevos, parada y fonda del viaje anterior y mucho movimiento en la estación, unos que suben y otros que bajan, es tiempo de aglomeración, de cambio de pasajeros y de conductores. “

Y presentaba este gráfico de las ondas armónicas:

Y seguía escibiendo:

”Analizar el pasado es relativamente fácil, pero abordar los pronósticos para el futuro es mucho más complicado. Soy de los que piensa, quizás por ser un Aries, como un carnero, que necesita dar unos pasos hacia a atrás, nunca para huir, sino para tomar impulso y entrarle a lo que sea.

Me quedo observando con la mirada fija la elevación del índice cíclico del año 2020 y lo primero que se me viene a la cabeza es cómo serán de intensos los sucesos que pueden ocurrir a partir de ese momento. No se me ocurre otra cosa que dar un paso atrás en el tiempo y observar que es lo que ha ocurrido en ocasiones anteriores cuando ha habido grandes concentraciones planetarias, algo que se puede analizar con mucha facilidad localizando el tiempo en el que la onda del índice cíclico ha estado muy elevada.  Para ello usaré el Explorador armónico, el subprobgrama del Armon, y voy calcular el índice cíclico del primer milenio, desde el año 1 hasta el año 1040, a ver si se observa alguna elevación de la onda del índice cíclico de los planetas que sea de interés.

En el grafico de harmogramas del índice cíclico del primer milenio destaca una elevación extraordinaria a principios del año 400. Voy a recalcular el gráfico acotando el tiempo cercano al año 400 para observar con mayor nitidez la onda del índice cíclico en esos años.

En este gráfico de ondas se observa el índice cíciclo entre el año 350 y el 480. En el año 411 se formó la conjunción de:

1- Júpiter con Saturno;

2- Júpiter con Neptuno;

3- Júpiter con Plutón;

4- Saturno con Neptuno;

5- Saturno con Plutón y

6- Neptuno con Plutón.

Cinco conjunciones que suman más de 50 astrodinas, lo que significó que después de esa crisis ya nunca más fueron las cosas como eran antes. No ha habido crisis mayor en todo el milenio como la ocurrida en esos años, cuando una convulsion social de dimensiones desconocidas alteró la vida económica, política, religiosa y social de toda Europa.”

Si he de ser sincero para mi fue una sorpresa muy grande observar la coincidencia de la elevación de la onda del índice cíclico y la caida del Imperio romano con la entrada en el oscurantismo europeo que duraría cientos de años.

Seguía escribiendo:

“Tienen que transcurir casi mil años más para que el índice cíclico planetario vuelva a tener una elevación de tanta envergadura.

Ahora voy a calcular el gráfico de harmogramas con el índice cíclico desde el año 1000 hasta el año 2010, a ver si en ese milenio hubiera una elevación de gran envergadura como la del año 411.

El harmograma de la onda del índice cíclico entre los años 1305 y 1310 está formado por una concentración planetaria originada por 6 conjunciones de los planetas:

  1. Júpiter con Saturno.
  2. Júpiter con  Urano.
  3. Júpiter con Neptuno.
  4. Saturno con Urano.
  5. Saturno con Neptuno y
  6. Urano con Neptuno.

En total 60 astrodinaas de los planetas sociológicos que marcaron un antes y un después en la historia de la humanidad.”

Esta segunda elevación de la onda en el segundo milenio, me sorprendió también. Ya no podía ser casualidad ni que me lo hiciera venir bien por muy trilero que fuese. La señal era muy clara, y me dio un poco de miedo.  Decía entonces:

·A principios de siglo XIV coincidiendo con la elevación de la onda del índice cíclico, dio comienzo la gran crisis de la Edad Media que se denominó: “Crisis del siglo XIV”.

La influencia de la concentración planetaria, que no es otra cosa que el inicio de varios ciclos astrológicos nuevos al mismo tiempo, no significa que tengan que ocurrir eventos importantes durante el año en que suceden las conjunciones, si no que a partir de ese tiempo se inician movimientos sociales originados por las más diversas causas; climáticas, bélicas, económicas, religiosas etc.

En la primera década de 1300 hubo un cambio climático conocido como la Pequeña Edad de hielo que trajo consigo unos años fríos y de sequias que culminaron en 1315 con un verano sofocante y excesivamente caluroso que provocó la pérdida de las escasas cosechas de esos años, dando comienzo a la “Gran Hambruna”, a la que desgraciadamente siguió la peste negra que acabó con más de un tercio de la población europea.”

Con estos mimbres tenía que construir un pronóstico sobre lo que se veía venir con la elevación de la onda del índice cíclico del 2020-

Seguía escribiendo:

Está claro que estos dos análisis no pretenden darle un valor científico, tal y como se entiende la ciencia actualmente, a este trabajo, pero son útiles para reafirmar la influencia astrológica sobre la vida y las sociedades humanas. Otra cosa hacer un relato del futuro con la misma claridad que se narra la historia, es ridículo pensar eso.

Lo que en este momento (mayo del 2018) es futuro, dentro de pocos años se podrá narrar en formato historia, ahora tenemos ante nuestros ojos una onda del índice cíclico planetario que señala que hay una concentración planetaria inusual, que significa que en el año 2020 “arrancan” tres nuevos ciclos que son como transportadores, camiones o autobuses a los que se van a subir millones de personas, autobuses que tienen un tiempo de salida, un destino y unos conductores, sin los cuales no se podría realizar ningún viaje. -Los conductores están representados en el plano real por los nuevos líderes políticos, económicos o religiosos que van a liderar los nuevos movimientos sociales.”

Y aunque se me pasó por la cabeza nombrar lo de la epidemia, me dije a mismo que no hay que ser cocreador de las posibles desgracias del mundo, obtener gloria  a cambio de desgracias no va conmigo, y lo dejé así.

·En el mes noviembre de 2019 publicaba lo siguiente:

“El índice cíclico planetario ha comenzado su escalada, en pocas semanas nos vamos a enterar de lo que vale un peine. Un tsunami astral se nos viene encima”

Y no, no sabía que es lo iba a ocurrir, no podía saberlo, podía imaginar, y la imaginación te hace malas jugadas. Así que no pensé que esa ola se escenificaría con la pandemia del covid, no lo sabía, ni nadie lo supo hasta que llegó el tsunami. No soy adivino, ya bastante difícil es ser astrólogo, como para andar adivinando.   Y además, si hubiera avisado de algo así ¿tú crees que alguien me habría hecho caso o hubiera servido de algo? No, para nada, mi opinión no tiene valor ciéntifico, y este nuevo mundo que nos deja el virus, la frase mágica es:  “Lo que los científicos digan, lo que los científicos digan”  Y por supuesto para los científicos los astrólogos somos unos gañanes de mucho cuidado que hay que mantenerlos alejados. Y tienen bastante razón.

Seguirá………….

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