Juicio General anula el particular, eso quiere decir que tú podrías tener un destino personal brillante, próspero y feliz, pero a causa de la persona que gobierna en tu país, a través de su gobernanza, muchas veces nefasta, tu vida es una mier…. y no ves salida clara. Y eso no tiene arreglo, quitas un gobernante y se pone otro, se ponga quien se ponga es Juicio General que anula el particular en alguna medida. Por eso era tan importante desde antiguo conocer la carta del cielo del gobernante, antes que la de uno mismo.
Imagínate que eres un pandillero salvadoreño, que no has trabajado ni un solo día en tu vida y has vivido tranquilamente de extorsionar propietarios de tiendecitas de tu barrio y te has “niquelado” a cualquier mujer que se te ha venido de gusto, soltera o casada, si es casada le metes un tiro al marido y asunto arreglado. Y en lugar de usar carnet de identidad te haces un tatuaje bien visible para que nadie se oponga a tus demandas. Y así durante años y años, viviendo a todo meter, tan ricamente, sin pegar palo al agua.
Y en ese estado placentero de cosas, viene un nuevo gobernante y abusando de tu libertad te mete preso apretujado como a una cucaracha. Y tú, como muchos otros compañeros pandilleros, tienes una buena carta de cielo y estupendos trígonos de Júpiter que te daba para “hacer el amor” con cualquiera sin pagar nada y vivir como un marajá.
Llega un gobernante como Bukele, que tiene el Sol como Simón Bolivar, y acuérdate la que lió el caraqueño, y va y te priva de la libertad de vivir como un marqués, y no te deja extorsionar a nadie ni “hacer el amor” con ninguna mujer. Eso sí, si eres “marinero” te puedes poner la botas es esa cárcel gallinero que ha construido tu gobernante para ti.
¿Es bueno o es malo un gobernante? Según como se mire. Lo que está claro es que el gobernante es Juicio General que anula o altera el destino personal. Un ejemplo claro lo tenemos con el nuevo Bolivar que está dispuesto a independizar centroamérica de no se sabe bien quién.
Esos miles de pandilleros pintarrajeados, semi descerebrados, encarcelados ahora, se podrían transformar en buenos soldados.
Ya veremos el gobernante que decide. En otros lugares el gobernante ha decidido mantener a sus jóvenes desempleados, subsidiados en formato vagos, que es menos violento y más barato.