Este año 2023, al calcular la carta del cielo del 0 Aries para Israel y Gaza, se observa que las estrellas cóndor Antares y Aldebarán, son angulares en el Ascendente y el Descendente.
Las estrellas Aldebarán y Antares son la eterna oposición del cielo, la perpetua polarización celeste que deja notar su influencia en la tierra. Dos fuerzas celestes que se enfrentan, que combaten eternamente, igual que ocurre en el mundo entre enemigos eternos como son los judíos de Israel y los musulmanes de Palestina y Gaza.
Esto es, y perdóneseme la banalización, como las Fiestas de Moros y Cristianos de los pueblos de Alicante. Siempre es el mismo guión, vienen los moros, se pelean contra los cristianos y les arrebatan su castillo. Luego regresan los cristianos se pelean contra los moros y le arrebatan el castillo, Y así una vez y otra, todos los años igual. En toda la provincia se celebra la misma fiesta de Moros y Cristianos. Por ahí fluye en mi tierra la violenta polarización celeste de estas dos terribles estrellas.
Oiga my Lord, ¿eso quiere decir que nunca se terminará el enfrentamiento y la guerra entre los israelitas y los palestinos?.
-Sí, eso quiero decir.
La carta del cielo del 0 Aries calculada para Israel y Gaza, no se ve muy pacífica. El planeta Marte, que está en la Casa VII, el escenario de las guerras y los enemigos, tiene “mal recibidos” al Sol y Mercurio con quienes forma sendas cuadraturas que siempre se escenifican como conflictos. Además forma otra cuadratura con el planeta Neptuno, que está también en la Casa IV, y representa a los religiosos y a los socialistas del lugar. Marte martiriza, ya se sabe, y los mártires son los que han sido martirizados, unos van con otros.
A veces se me va la cabeza y pienso que estamos en el infierno y que todo el mundo está lleno de demonios y de diablos…..o de pinches tiranos como diría Castaneda. Y al igual que en infierno de Dante, imagino diferentes niveles, algunos, muy pocos, en comparación con el número total de humanos, estamos en paraísos artificiales, que son el infierno en clase de primera. Y es que, en este mundo, siempre hay clases y divisiones, y siempre hay gente que se pelea y se matan unos con otros. Eso es algo que ocurre desde Abel y Caín.
Cada vez que los nombro se me viene a la mente una capitulo de René Guenon cuando escribe sobre Caín y Abel, y compara a los cainitas con los que ponen vallas, levantan muros y son sedentarios, mientras que Abel es nómada, el que se mueve libremente y tiene que saltar la vallas. Al final Caín mata a Abel. –Este capítulo de Guenon me hizo reflexionar.
Caín y Abel es una buena representación de la polarización social, donde siempre Caín mata a Abel. Míralo como quieras. Ponte en la valla de Melilla y mira a los dos lados.
El caso es que Antares y Aldebarán son un poco como Caín y Abel ó como las Fiestas de Moros y Cristianos. –Todo este relato pesado que habrá espantado a la señora que se cansa de leer, para decir que este enfrentamiento será eterno y nunca habrá paz total. Y al igual que las fiestas tendrán sus fechas y sus tiempos de escenificación.
Desde en el mes de abril las tensiones en esta parte del mundo han sido constantes, la prensa y la televisión no paran de informar. El presente y el pasado es cosa de ellos, el astrólogo mira al futuro de igual manera que uno de Alicante mira el calendario para ver cuando son las Fiestas de Moros y Cristianos, con todo el estruendo que montan. Para tal menester he puesto en hora el reloj calendario de la carta del cielo del 0 Aries de Gaza e Israel, para saber cuándo serán las “fiestas grandes” en Palestina en este próximo futuro.
La segunda semana del mes de julio, el atacir del Ascendente, que se acompaña de la estrella Antares, llega a los tres planetas de la Casa IV y que forman cuadraturas con Marte, solo eso ya da para pensar que esos días pueden ser especialmente conflictivos para Palestina e Israel. Los detalles luego los dará la prensa.
Al mismo tiempo en muchos lugares del mundo, la influencia de la oposición de Antares y Aldebarán también se puede notar, con menos violencia. Esos días no son tranquilos en ningún lugar.