Hace tiempo que no escribo sobre Argentina, lo que tenía que decir ya lo dije en su momento. Ahora vuelvo para dar una mirada a la carta del cielo del nacimiento de Argentina del 9 de julio de 1816 calculada para Tucumán y poner el reloj en hora.
Las cartas de cielo son relojes perfectos, y no pueden ser otra cosa más que relojes perfectos. La carta de cielo de Argentina también es un reloj perfecto.
Esta es la carta del cielo de Argentina, con el Sol en Cáncer y el Ascendente en Libra. Este es un dato que todo el mundo reconoce. No escribiré nada sobre la personalidad y el carácter general de los argentinos porque ellos y ellas ya se conocen lo suficiente y no necesitan que les digan como son.
De todo el enjambre de planetas y aspectos de esta carta, me llama la atención en especial, que ese día de la Independencia hubiera Luna llena.
Luna llena, Luna formando oposición con el Sol. El Sol en el signo de Cáncer «mal recibido» por la Luna que está desterrada en Capricornio. -Este dato marca la vida del pueblo argentino representado por la Luna. Un pueblo permanentemente «opuesto» a su gobernante, gobierne quien gobierne. Los argentinos conocen bien su historia nada que reseñar. Lo que voy a hacer es poner el reloj en hora para ver como se refleja en el cielo lo que está sintiendo el pueblo argentino en este tiempo, es decir, voy a ver como va la Luna en el reloj de los atacires más antiguos y eficaces, el reloj donde todo se mueve un grado cada año.
El poner en hora el reloj de los atacires, o direcciones primarias, de un grado un año, se observa que el atacir de la Luna, que tarda 360 años en dar una vuelta completa, está en el grado 16:55 de Leo, mientras que Marte se ubica en el grado 16:56. -El orbe de influencia de los atacires es de dos grados, lo que significa que la influencia del atacir de la Luna sobre Marte lleva dos años dejándose notar, y ahora, finales de marzo de 2023, se ha llegado al punto culminante, a partir de ahora y durante los próximos dos años, el atacir de la Luna se irá alejando de Marte y poco a poco, el martirio y el sufrimiento del pueblo argentino irá disminuyendo hasta desaparecer. Cuídense y sepan que nunca más el pueblo argentino sufrirá tanto como está sufriendo ahora. Todo irá cambiando para mejor. Esa Luna de Capricornio es como una cabra de pecho pequeño y duro que resiste todo lo que haya que resistir. Como la cabra Amaltea que amamantó al Deus piter.
-La única verdad es que todo cambia, y este sufrimiento acabará y Argentina florecerá. Este es el pronóstico. Consejos pocos, esperanza toda.