Aunque se considera la Casa desgraciada o dramática, por su relación con la muerte y las renuncias, la posición del Nodo Norte no es del todo negativa, pues deja un punto fijo que abre una puerta de futuro a las ambiciones personales. Quienes tienen el Nodo Norte en la Casa VIII mantiene una ambición despierta a lo largo de toda la vida.
Quizás es más notable el efecto del Nodo Sur en la segunda Casa, pues un buen número de personas que tienen esta posición nacen en familias pobres o con pocas posibilidades económicas y llegan a obtener muy buenos beneficios gracias a su ambición sostenida. Son los que tienen un punto fijo en el pasado que refleja periodos de penuria económica y una puerta abierta en el futuro que les permite crecer social o profesionalmente.
Cuando el Nodo Norte está bien dispuesto o en conjunción con la Luna, es señal de herencias familiares importantes que permiten vivir sin trabajar después de recibirlas. Para otras personas se acumulan los bienes de la pareja o disfrutan de riqueza o de bienes materiales como casas o inmuebles gracias a sus asociados o a su pareja. El cónyuge o el socio son una reserva de riqueza que se manifiesta en tiempo de crisis, de cambios duros o de muertes.
El Nodo Norte en esta Casa actúa como un punto fijo, un lugar donde van a parar los residuos del movimiento de la vida y se transforman en ambiciones o deseos sostenidos, quizás por ello estas personas mantienen sus ambiciones durante tanto tiempo como es el caso de De Gaulle, Franco o Felipe Gonzales quién si no hubiera tenido este punto tan fijo, quizás no habría llegado a cotas de poder que alcanzó.
El Nodo Norte de la Luna en la Casa VIII tiene un comportamiento contrario a la muerte y destrucción, pues cuando se encuentra en esta posición apenas aparecen muertes violentas, salvo cuando el Nodo Norte se encuentra asediado por Marte y Urano como es el caso de Diana de Inglaterra. Revisando el archivo de asesinatos y coches bomba de ETA, no se produce ningún acto violento mientras el Nodo se encuentra en esta Casa.
