La regencia o dignidad del planeta Urano en el signo de Acuario, es aceptada por la gran mayoría de astrólogos, sin eliminar por ello a su regencia clásica de Saturno.  Con Saturno es fácil desarrollar un modelo masculino utilizando la mitología tradicional, pero con Urano resulta estéril utilizar esta misma mitología clásica, pues este nombre le ha sido impuesto fuera del contexto cultural y en un tiempo  muy  posterior.
El nombre de Urano le llegó a cargo del astrónomo  Johan  Bode, su descubridor teórico junto con Daniel Titus, quienes propusieron la ley hoy conocida como de Titus-Bode o ley de Bode. Estas leyes permiten predecir la existencia de un nuevo planeta en el lugar donde Herchel observó lo que él  creía  un cometa.
 
No soy el primero, ni el descubridor de un nuevo modelo femenino para Acuario, antes otros astrólogos  han introducido un modelo femenino en este signo zodiacal, como hizo Lilly Süllos. Para esta autora, el signo de Acuario es la indudable morada de la diosa Palas Atenea.  Estoy de acuerdo con ella y  creo conveniente opinar sobre este modelo femenino de Acuario
 
Algunos astrólogos sostienen que Urano es como la octava superior de Mercurio, mientras   que otros hablan de Urano en  términos de eléctrico y violento.  Si hacemos un alarde de   sincretismo, se podría afirmar que el modelo típico más parecido estaría representado  por un arquetipo intermedio entre Marte y Mercurio.
              
Debido a la falta de luminosidad del planeta, habría que añadir rasgos oscuros, es  decir simbólicamente femeninos. De esta manera encaja perfectamente el  modelo de Palas Atenea. Son muchos los astrólogos que han integrado perfectamente este arquetipo.
 
Pero pasemos a conocer un poco a este sorprendente modelo femenino. Palas Atenea  tiene varias leyendas sobre su nacimiento. La que más se desconoce, cuenta que su padre era el gigante Palas (hijo de la Tierra) que intentó violarla, a causa  de ello, la diosa lo mató, lo desolló y con su piel se hizo la égida  (coraza de la virginidad).  Para sellar  su victoria asumió el nombre guerrero de Palas Atenea.
 
En otra leyenda se la asocia con Poseidón (Neptuno), quizás por  su vecindad de signo zodiacal; Urano o Palas rige el signo de  Acuario  y Neptuno el vecino signo de Piscis. Por otro lado, Neptuno es la divinidad que domina el elemento líquido de los mares, mientras que Palas, nacida en las márgenes de un lago, simboliza el relámpago que precede a las lluvias; Acuario precede  a Piscis.
 
Pero la leyenda más conocida la considera hija de Zeus y  de Metis (la sabiduría). Se cuenta que Metis fue la primera amante de Zeus. Estando en cinta Metis, Gea y Urano dijeron a Zeus, que después de haberle dado una hija, Metis le daría un hijo que lo destronaría, como él había destronado a Cronos.
Entonces Zeus se tragó a Metis, que llevaba en sus entrañas a Atenea. Poco tiempo después,  Zeus sintió fuertes dolores de cabeza, tan fuertes  que  se  le hicieron tan insoportables que rogó a Hefestos que se  los aliviara del modo que fuere.
-Hefestos según unos o Prometeo según otros, le abrió el cráneo con su espada de bronce. Por la herida abierta  y dando un prolongado grito de victoria, surgió Atenea; revestida  con  brillantes  armas  y  blandiendo  una  acerada jabalina.
Al verla un sentimiento de respeto y asombro embargó a todos los inmortales. El vasto Olimpo se conmovió por el surgir   impetuoso de la diosa de los ojos resplandecientes. 
-Esos ojos grandes y resplandecientes que veremos siempre en las mujeres que representan al modelo-. Se la llamaba “la diosa de los ojos glaucos”.
 
Atenea es una divinidad casta, nunca se dejó llevar por su impulso amoroso,  contrasta  curiosamente con el resto de los moradores del Olimpo. A pesar de las insinuaciones  calumniosas acerca  de sus supuestas relaciones con  Helio, Hércules y Hefesto de quién se dice que intentó violarla.
 
Esta divinidad tiene un carácter belicoso  y guerrero,  supera al mismo dios de la guerra.  Aunque solo se empleaba en ello para socorrer a los héroes dignos de su  compasión.
 
El hecho de nacer saliendo de la cabeza de Zeus la sitúa como la diosa de la inteligencia, pero también era una diosa guerrera  y, como relata Juan B. Bergua,  una Hippia, es decir domadora de caballos. En realidad Atenea enseña a los hombres a domesticar la naturaleza utilizando el ingenio y les muestra cómo utilizar la brida de los caballos, aunque su animal favorito era la lechuza.
 
Era la divinidad protectora de las acrópolis y la guardiana de las ciudades.  Habitaba en las alturas que tenían importancia estratégica.  Atenea presidía todas las artes y trabajos de la paz. Se la conocía también con el epíteto de Ergane “la obrera industriosa” Había un proverbio en los talleres de telares de Atenas que decía “mover los dedos con ayuda de Atenea” de esa forma indicaba su maestría en todos los trabajos.
 
Era también la patrona de los alfareros, pues ella, junto con Hefestos, fue quién modeló a Pandora, la primera figura de mujer, a quién dejó provista de los recursos necesarios para seducir a los hombres. Pero era sobre todo la diosa de la razón y la sabiduría, por ello personifica al pensamiento reflexivo.
 
La representacióón más célebre es la Atenea del Partenón, obra de Fidias. Está cubierta de una larga túnica, lleva un casco sobre la cabeza, y sobre el pecho la égida; su brazo derecho se apoya  en la jabalina o la lanza, y su mano derecha sostiene  una  victoria alada.
 
De esta manera de vestir y estos atributos podemos extraer unos patrones de comportamiento que defina al modelo:
 
La túnica que cubre su cuerpo, marca una diferencia notable con las demás  divinidades, que generalmente van al descubierto, este ocultamiento del cuerpo simboliza posiblemente la imposibilidad de  visionar el planeta con el que está asociada, también representa a un modelo de mujer casta o poco voluptuosa o que prefiere no ser provocadora por miedo a ser agredida sexualmente, como le ocurre a Atenea.
 
La lanza es un símbolo masculino e indica la fuerza y la autoridad. En las actividades   jurídicas representaba la protección  de los contratos, procesos y debates. En este modelo significa igualmente fuerza y autoridad en su entorno, en su medio, con su familia y sus amigos.
 
La égida, al principio simbolizaba la tempestad generadora de terror y de pánico, pero  contrariamente al rayo, el relámpago, no es arma destinada a golpear,  sino que es un arma psicológica que pretende inspirar temor e incitar a los mortales a no poner su confianza sino  en quién la merece – como relata Chevalier -.  La mujer Atenea disfruta asuntando, alarmando y sorprendiendo a los demás.
 
El casco es un símbolo de invisibilidad, invulnerabilidad y potencia. El casco de Atenea   como el de Plutón, volvía invisible a quién lo usara, el  casco protege  haciendo  invisible.  Cuando Atenea acudió en ayuda de Diómedes para combatir a Ares,  llevaba el casco que la   caracteriza. La mujer Atenea actúa de manera invisible, se protege haciéndose la “sueca”, la despistada, como si no hubiera roto un plato en su vida.
 
De este bagaje simbólico se puede formar un modelo puro de mujer, pero este modelo puro difícilmente puede darse en una persona, como ocurre con cualquiera de los demás modelos.
 
Ciertamente Atenea es un modelo muy enigmático, un modelo de mujer casta o poco voluptuosa, que nunca se dejó llevar por su impulso amoroso o que siente la sexualidad masculina como una agresión. Esa anomalía tiene que tener su explicación pues en sus mitos aparecen varias situaciones en que alguien intenta violarla. Esto podría asociarse con un modelo de mujer que ha padecido un intento de violación o de agresión sexual y que ha desarrollado una coraza protectora para defenderse de tales eventualidades.
 
En el mito se narra que los demás dioses se sobrecogieron, pues dicen que al verla un sentimiento de respeto y asombro embargó a todos los inmortales. Luego la mujer Atenea debe de tener unas características que infundan respeto y sorpresa. Generalmente destacan esos grandes ojos, que se acercan a la imagen de la diosa de los ojos resplandecientes. La mujer Atenea destaca por sus ojos, su mirada que parece que todo lo penetra, su forma de mirar grande y abierta que nos hace sentir que descubre todo lo que llevamos en el interior.
 
La mujer Atenea se enfrenta a la vida con un arma psicológica que pretende inspirar respeto y sorpresa, cualidades que le permiten incitar a los demás. Atenea es decididamente incitadora y estratega,  ella no suele actuar, o si actúa lo hace desplegando su estrategia, como los generales o desde un lugar alto o invisible. Atenea mueve o estimula a los demás para que hagan cosas, pero ella se queda al margen, se hace la “sueca”.
 
La personalidad Atenea  tienes rasgos de combativa no rehuye el contradecir y enfrentarse con quién está en desacuerdo. Incluso puede llegar a deleitarse en sus acciones defensivas por ello denota un grado de crueldad como en el arquetipo. Son siempre mujeres en las que se aprecia un talante autoritario y un carácter fuerte, lo suficiente como para combatir o competir con los hombres por cualquier puesto social o profesional. Sus armas son la estrategia, el ingenio y sus secretos recursos para seducir a los demás.
 
Manuela Dunn, en su libro las Diosas expone un modelo sobre Atenea que vale la pena conocer:  “Las mujeres que presentan afinidades con el arquetipo de Palas Atenea, bien podrían ser, por ejemplo, prósperas inversionistas capaces de detectar instintivamente los movimientos del mercado y actuar en consecuencia; planeando el momento y la estrategia. También pueden ser brillantes profesionales, capaces de dilucidar los meandros de la política corporativa y la competencia interna.. La mujer Atenea posee el don del pensamiento lógico femenino, que es de naturaleza intuitiva. Es capaz de conservar la mente clara en medio de emociones poderosas y aportar soluciones prácticas a intrincados problemas. La mujer Atenea es un juez ecuánime, como dice el mito; puede ser una excelente consejera profesional o asesora de negocios, facilitando a las empresas programas de dirección cuidadosamente elaborados.
 
Flanqueada siempre por héroes y dioses poderosos Atenea puede parecer “masculina” y también muy madura. Sin duda posee una integridad moral y psicológica muy distinta a los de cualquier otra diosa. Su sabiduría es práctica, sus tácticas frías y resueltas………..su don de la estrategia implica que es consciente de la ética y la diplomacia; así pues conoce el poder y lo respeta. En consecuencia, una mujer Atenea puede ser incomprendida por las demás mujeres, pues no se la considera los bastante “femenina”.
 
Los hombres poderosos suelen confiar en la mujer con las cualidades de Atenea y buscar su consejo……La mujer Atenea bien puede ser en sus últimos años, casi una maga, una estratega del destino que aconseja a los demás como avanzar en sus propios proyectos hacia la consecución de una vida intensa y satisfactoria.”
 
Lo que no nos dice Manuela Dunn es ¿Qué hace Atenea con sus sentimientos?, ¿Dónde están sus emociones?, ¿Cómo expresa sus afectos?, ¿Dónde ha ido a parar su sensualidad?. Y es que, eso es un misterio que sólo las Ateneas nos pueden desvelar……..
 
 
 
 

Deja una respuesta