Cuando la Luna negra se localiza en la Casa V, el arquetipo de Lilith se va integrando conforme la persona se permite ser creadora, aunque algunas veces sus creaciones tienen un contenido impúdico para el gusto de otras personas y resulta un poco difícil de integrarlo en su medio social, mientras que en otros casos, esta fuerza gravitacional se canaliza a través de creaciones que sorprenden por su genialidad o de una vida sexual algo «diferente».

Las expresiones de Lilith en este escenario de la vida lúdica, festiva, donde salen a escena los actos sexuales llevados a cabo o reprimidos, y que no suelen ser muy aceptables por la sociedad en la que viven. Y lo más peculiar de influencia de Lilith es que son personas que están sujetas a estados de ánimo e impulsos repentinos en estos temas de la sexualidad, les puede dar un «brote» en cualquier momento, sobre todo si Lilith está muy reprimida. En algunas ocasiones induce a realizar actos sexuales que la voluntad consciente no aprueba. A pesar de ello tienen que enfrentarse y asumir esas cualidades inaceptables o refrenadas, opuestas a la voluntad del yo consciente, y a la dignidad o el amor propio e integrar de la mejor manera posible esos deseos sexuales que pueden alejarse de lo aceptado por las normas sociales.

Por otro lado, el núcleo de amistades íntimas suele estar compuesto por personas en quienes puedan proyectar lo que a ellos les cuesta asumir, por ello no es de extrañar que intime con personas en las que este arquetipo de Lilith sea bastante visible, personas a las que nunca les faltará el color lila de alguna de sus vestimentas o el color de sus labios o en la rebeldía de sus personalidades.

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