Benjamín Netanyahu es noticia, probablemente ocupará mucha mas prensa que el 100 aniversario de la masacre de Tulsa, que casi nadie sabe lo que pasó, porque los malos eran blancos y rubios, y los masacrados morenitos de piel. Eso no interesa a nadie.

Benjamín Netanyahu está en el «filo de la navaja», no en el sentido de la novela de Somerset Mahugam sino un poco más sofisticado. Pende de un hilo, también se puede decir. Una situación muy delicada. Un momento crítico de su vida política y personal, son muchos los factores que ponen el foco sobre este personaje que lleva doce años gobernando en Israel.

Las doce tribus de Israel, así de dividido está el panorama político de ese pequeño pero influyente país. Por si alguien no conoce la historia, la voy a resumir en doce líneas, a ver si puedo.

Hace unos miles de años, un grupo de pueblos pastores procedentes de Ur, se perdieron por el desierto y no se sabe cómo se fueron a parar el rio Nilo, allí los agarraron los egipcios y los tuvieron de esclavos un montón de años. Al final en una Luna llena de primeros de año se escaparon y no se sabe cómo pasaron el mar rojo y se dedicaron 40 años a pegarle vueltas al Sinaí con todo el oro fundido en un becerro. Al final, hartos de dar vueltas se metieron en Palestina.

Davíd le metió una pedrada a Goliat y se hicieron los amos del lugar. Siglos después vinieron los romanos, y un tal Tito, harto de no ponerse de acuerdo con ellos, decidió meteros en barcos y esparcirlos por todo el mundo. Y así hubo siglos de olvido. Después de la segunda guerra mundial, sin saber a donde meter a los judíos que sobrevivieron al holocausto, decidieron, no se sabe bien quién, que los judíos regresaran al lugar de donde Tito los había sacado 2000 años antes. Y ahí te van de todas partes, las doce tribus regresan a Israel y nacen como país el año de la rata de 48, una generación un poco dura, si lo sabré yo. Y no fueron bien recibidos y siguen igual y nadie los va a sacar, no tienen donde ir ni se van a ir, ni nadie los va a echar, porque las doce tribus estás esparcidas por todo el mundo, lo de Israel, es solo una representación y la punta de lanza de las doce tribus de Israel.

Dime tú que tipo de parlamento se puede tener donde están representadas las doce tribus. Te imaginas lo difícil que es poner acuerdo a todos juntos. Eso es imposible.

Ahí está Netanyahu en el centro de la «falla» todos espectantes, como cuando estamos delante de monumento fogueril antes de prender la mecha, después de aguantar la «mascletá» (espéctaculo artístico valenciano que consiste en prender muchos petardos lo más gordos posibles, creando una horrorosa sinfonía de explosiones brutales, ensordecedora. Eso les gusta a los valencianos, mira tu si están mal de la cabeza).

Espectantes, a ver lo que ocurre con Netayahu. He calculado su carta y luego los atacires de ciclo de 60 años, que es el que usaban los astrólogos magrebíes para conocer el estado de los gobernantes y que luego Demetrio Santos popularizó entre los astrólogos españoles que lo escucharon, los otros no.

He despejado el cielo y he dejado sólo lo que interesa mostrar, y se observa rápidamente que el atacir de Plutón, un planeta que arrastra consigo en cartel del final de las películas americanas, el The End que nos obligaba a levantar el trasero de las cómodas butacas de las salas de patio de los cines de antes. El caso es que a Netanyahu le ha llegado un punto final, un hasta aquí que no sabemos si superará.

No tiene nada que ver, pero el Sol de Benjamín está muy cerca del de Pablo Iglesias, del quien preferiría no hablar, y que pegó la espantada» hace pocas semanas.

Por otro lado, en la misma carta del ciclo sociológico de 60 años, se observa que el atacir de Sol se dirige hacia la cúspide de la Casa II, justo el grado donde se descarga el biquintil de Plutón. -Júpiter, Neptuno y Plutón son hermanos y los tres, cuando dejan notar su influencia en la Casa II, traen dinero y Plutón el que más.

El aspecto de 144º, el biquintil se interpreta como: «cambiar las cosas para mejorar». Eso es lo que vamos estudiar. Quedamos también espectantes, a ver por donde cambian la cosas para mejorar en Netanyahu, y si sigue en el gobierno, el cambio económico para mejorar, sería para todo Israel, sino solo para él. Ya veremos.

Deja una respuesta