La historia del pueblo Maya se inició en la pequeña isla de Cozumel, tal como se puede leer en el libro del Chilam Balam: “Cuando se multiplicó la muchedumbre de los hijos de las abejas, la pequeña Cuzamil, fue la flor de la miel, el primer colmenar y el corazón de la tierra.” Antes de eso, podemos imaginar, pero no sabemos la historia.
Cuzamil es la isla de Cozumel un pequeño reducto del paraíso antes de la llegada de los europeos. Un lugar con un clima perfecto para no necesitar nada más que la piel del cuerpo.
Cozumel es la tierra madre de los Maya, su reino de la Luna, de su Luna, la diosa Ixchel, por eso esta isla es el lugar central de culto de la diosa lunar, igual que Tulum es el lugar central de culto de la diosa Venus.
La Luna para los Maya, al igual que para los astrólogos europeos, tiene una relación directa con las aguas, con las puertas del cielo que se abren para dejar caer el agua, cualquier tipo de agua. A lo largo de todo el Códice de Dresde van a apreciendo estampas jeroglíficas que son calendarios y pronósticos meteorológicos basados en la Luna.
La Luna vieja es siempre la responsable de las aguas nocturnas y torrenciales, la lluvia acompañada de tempestad y viento huracanado, la peor y más temida de las lluvias.
Pero la diosa de las aguas que caen del cielo también es la diosa que rompe aguas en el vientre de le madre, la que decide cuando se nace, la diosa de los nacimientos y de las madres y también la diosa de la fertililidad femenina.
La tradición hospitalaria de la isla de Cozumel se remonta a siglos antes de la llegada de los europeas a la isla santuario de la diosa Ixchel, un lugar de peregrinación para el pueblo Maya como lo es Santiago de Compostela para los españoles. A Cozumel acudían desde todo el territorio Maya y del resto de América Central, era un lugar de peregrinación singular y extraordinario. Todos los peregrinos debían pasar por el arco que da entrada a los recintos principales, es un arco abovedado que sirve de paso y es al mismo tiempo un lugar de ofrendas.-
El arco es la puerta que comunica las estancias y construcciones religiosas de este singular sitio, con la costa. El camino que lo atraviesa se conoce con el nombre de Sacbé, se llega desde el puerto a este lugar en línea recta, era un camino perfectamente alisado por el que se podía andar descalzo sin lastimarse los pies.
El arco data de la misma época del Códice Dresde, debió construirse con el eclipse Venus sobre el Sol en el año 1040, pues en este lugar no sólo hay un templo dedicado al culto de la Luna, sino que hay otros dedicados a Venus, el Sol y el dios ascendente y descendente, como en Cobá y Tulum. Este tipo de bóveda que forma la arcada parece una escalera invertida, es típica de las construcciones mayas de la costa oriental del Yucatán.
Todos los peregrinos que llegaban a la isla de los diferentes lugares del territorio Maya, pasaban por esta puerta y depositaban a su paso alguna ofrenda en el altar que se localiza en el centro del arco, antes de dirigirse a los templos de Ixel, los templos de la diosa de la Luna, los templos de Venus y el templo del Sol.
Uno de los afloramientos más importantes es el conocido como la Estructura Manitas.
La estructura de este edificio es muy semejante a la de la pirámide de la Luna que hay en Izamal, luego este lugar, igual que el otro es un centro ceremonial dedicado al culto de la Luna, la diosa Ixchel. Se conoce a esta estructura con el nombre de Manitas porque en sus paredes hay unas manos rojas estampadas.
Manos rojas en las paredes, muchas manos rojas. ¿Qué significado tienen estas manos rojas? Ninguno, aquí hay mucho indio chapucero que les gusta el rojo de la sangre en recuerdo a los sacrificios humanos que aquí se celebraban y que se terminaron con la ocupación de los españoles. Los colores originales eran rojo vivo, azul intenso y ocre casi dorado, lo de las manos rojas son graffitis del lugar y no tienen mayor importancia.
-El día 3 de Mayo de 1518, llegó a la isla de Cozumel la primera expedición española compuesta por un reducido número de hombres al mando del capitán Juan de Grijalva quién adjudicó a la isla el nuevo nombre de Santa Cruz, en honor a la fiesta de la Santa Cruz que se celebraba en ese día del calendario católico. Al llegar encontraron un pueblo civilizado con una cultura sorprendente, alguno de ellos quedó prendado y enamorado, se sabe que Gonzalo de Guerrero se casó con una mujer maya de Cozumel y se lo considera como el padre del mestizaje.
Otra de las estructuras importantes de este centro ceremonial es la que se conoce con el nombre de Chichan Nah, la casa pequeña, que es un templo idéntico a los que hay construidos en Tulum en honor a la deidad de Venus oriental.
Eso significa que en este lugar no sólo había culto para la diosa de la Luna, sino que la deidad de Venus también tenía sus templos y por ello su culto, su ceremonia, su celebración ritual.
Entre un templo y otro, en un pequeño promontorio, dominando el espacio de horizonte de los equinocios hay un templo circular muy peculiar.
Más o menos es una plataforma redondeada a la que se accede por un par de escaleras con una construcción cuadrada encima que tiene dos puertas comunicadas y un minúsculo salón interior en cuyo centro hay un altar en que se realizaban los sacrificios rituales en el momento de año en que el Sol asomaba por la puerta.
La isla e Cozumel no es sólo un lugar de culto de la diosa Ixchel sino un conjunto religioso que ofrecía culto y celebraba ceremonias religiosas al menos a tres de sus deidades principales; la Luna, Venus y el Sol. Un lugar mágico donde los haya, digno de ser visitado como lugar sagrado de la humanidad.