Mercurio y Neptuno son dos planetas cuyas naturalezas son opuestas y divergentes, como la fantasía y la razón, o como la lógica y la imaginación. Cuando estos planetas se relacionan a través de un aspecto tenso, como es la cuadratura, suele dejar notar su influencia de alguna manera, es un aspecto que quien lo tiene nunca pasa desapercibido, bien por su forma de hablar o por el modo de decir las cosas.  Es muy numeroso el número de escritores famosos que tienen este aspecto de cuadratura de Mercurio con Neptuno. En los escritores, la influencia de la cuadratura fluye como el esfuerzo que tiene que realizar el escritor para trasladar sus fantasías o su imaginación al papel en formato de palabras, es todo un trabajo.

Conozco algunas personas que tienen memoria fotográfica.  Miran un texto, cierran los ojos y lo leen de memoria, por eso es un aspecto que también tienen muchas actrices y actores, que son quienes mejor partido extraen de la influencia de esta cuadratura, desarrollando un tipo de memoria alucinante.  Y Neptuno es el planeta del cine por eso es en este tipo de personas donde mejor fluye el aspecto.

El modo en el que se puede escenificar la influencia de la cuadratura de Mercurio con Neptuno es muy variado, porque el aspecto en sí tan solo señala el modo de suceder las cosas, y la cuadratura siempre tiene un contenido de esfuerzo o de trabajo.

En personas normales, es decir que no son escritores ni actores, se suele apreciar un conflicto con su imaginación, pueden llegar a tener dificultad para imaginar o ilusionarse. Muchos llegan a tener un intelecto muy desarrollado, pero su manera de expresarse siempre será algo confusa o divagante. Sin embargo se expresan con claridad cuando lo hacen por escrito.

En general todas las personas que tienen el aspecto suelen sufrir alteraciones nerviosas que se manifiestan en ciertas ocasiones, es como una neurosis que pasa a veces desapercibida pero que resulta notable cuando se encuentran dialogando sobre temas esotéricos, religiosos, políticos o poco tangibles. Pueden llegar a estados de alteración en los que se sienten confusos y discuten hasta la saciedad. 

Por otro lado suelen ser personas cuyos ideales tienden a ser poco claros y, cuando expresan lo que piensan, no acaban de ser lógicos, tras sus palabras se nota que algo no está bien en su cabeza, y son incapaces de encontrar un orden en su diálogo, sin embargo, creen o piensan que los demás no les comprenden, como son los casos de Hebe Bonafini o de Donald Trump, que un poquito disparatados si que son. Tan diferentes y tan parecidos.

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