Se conoce como estrellas cóndor a las que elevan y luego dejan caer. La primera estrella zodiacal cóndor, es Aldebarán que se localiza en el grado 9 Géminis 42.

Aldebarán tiene fama de mala estrella desde bien antiguo, su naturaleza es semejante a la combinación de Marte y Júpiter con dominante de Marte, es la imagen de un guerrero montado a caballo cortando cabezas por doquier.

Se trata de una estrella con una gran fuerza de elevación, que si tiene donde “agarrarse” o materia para subir, agarra y eleva, como lo hace el cóndor cuando agarra a su presa, que la eleva a lo más alto posible, y cuando está en las alturas, suelta a su presa para que se “estrelle” y muera. Eso es lo que hace la estrella Aldebarán.

Pero tranquilos no hay que temer, para que te “agarre” una estrella y te eleve tienes que tener algo que “elevar”, algo destacado que mostrar. En realidad las estrellas no “agarran” a todo el mundo. Igual que el cóndor elige su presa entre los mejores, entre personas que tienen algo que las destaca de los demás, sino la estrella no hace nada.

Con tres ejemplos será fácil de entender, tres personas que tenían a la estrella Aldebarán sobre su Sol y que fueron clamorosamente “estrelladas” .

J.F Kennedy tenía al Sol junto la estrella Aldebarán en la Casa VIII, el escenario de todo tipo de muertes.  En este caso la estrella elevó a Kennedy en la Casa de la muerte, siendo su muerte el punto de mayor elevación social de este hombre.  Si no hubiera destacado, la estrella no se habría fijado en él, y quizás no habría muerto asesinado, y sería un personaje gris y olvidado.

Es verdad que JF Keneddy tenía a la estrella Spica en su Ascendente y también “tiraba hacia arriba” de él.  Aldebarán se dejó su nota fatal. Lo elevó a lo más alto, y cuando el atacir del Sol y de Aldebarán llegaron al Mediocielo, donde estaba Saturno esperando, la estrella lo soltó y murió.

Al llegar el día 22 de noviembre de 1963, las estrellas se cruzaron. El atacir del Ascendente junto a la estrella Spica, llegó a la estrella Antares. Opuesto a Aldebarán de la Casa VIII. Al mismo tiempo el atacir de la estrella Antares llegó al fondo del cielo, el final de las cosas. Y el atacir del Sol y de Aldebarán llegaba al Mediocielo y Saturno, muchas astrodinas fatales para el día fatal de su asesinato.

En el caso de Marilyn Monroe hay ciertas similitudes. Marilyn era una persona que destacaba sobre las demás, por eso la estrella Aldebarán, igual que el cóndor cuando e un bonito becerro, se fijó en ella, la agarró y la elevó a lo más alto que se puede elevar a una actriz.

Y cuando Marilyn estaba en lo más alto, la estrella, como es costumbre en  ella, la estrelló. El día 4 de agosto de 1962, se cruzaron los cielos y las estrellas.  El atacir del Mediocielo, el escaparate ambulante que cuando llega a un lugar lo hace público y notorio, llegó al lugar de la estrella Aldebarán y el Sol. Al mismo tiempo, el atacir del Sol y de Aldebarán llegaron al lugar de Plutón en la Casa XII, donde salen a escena los enemigos ocultos que cuando te hacen daño ya nada te puede salvar. Y para darle la nota de muerte sorprendente, el atacir de Urano, que arrastra su naturaleza de muerte desde la Casa VIII, llegó al Mediocielo donde todo se hace público y visible y sucedió una muerte sorprendente.

Otro caso menos conocido fuera de España, pero igualmente terrible, fue el de Salvador Puig Antich, en quién la estrella cóndor Aldebarán se fijó,lo agarró, lo elevó y lo estrelló. Era un joven anarquista y antifascista catalán, que destacó por su activismo social y su apoyo a la lucha armada. Durante un tiroteo con las fuerzas armadas quedó detenido y el 2 de febrero de 1973 fue el último reo ejecutado usando el garrote vil en España.

En el caso de Salvador Puig, la influencia de la cuadratura del planeta Marte fue determinante en la vida violenta del joven anarquista.

Por eso no hay que alarmarse por tener a la estrella Aldebarán junto al Sol. La estrella no te va a agarrar, ni a elevar si no destacas en nada, ahora bien, si tienes algo destacable, la estrella te insufla el carisma necesario, como el gas de un globo, para que te eleves.  Cuidadin con Aldebarán.

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