Lo he dicho más de cien veces y no me cansaré de decirlo, las estrellas dejan caer sus hilos de luz, unos hilos que tienen la misma fuerza y resistencia que los hilos de la tela de araña donde balancean los elefantes de la canción, y elevan a quién agarran.
El hilo de luz de las estrellas es muy selectivo a la hora de “elevar” a una persona y colocarla en el pódium más alto. Solo elevan y colocan en un pedestal a las personas que tienen algo especial que mostrar al mundo.
-Quizás suene fatal decirlo, pero las estrellas no elevan a los funcionarios públicos que cobran un sueldo fijo y tienen asegurada su vida material hasta su jubilación. Ni tampoco elevan a las personas que trabajan por cuenta ajena cobrando un salario a las órdenes de un jefe. Las estrellas sólo elevan a las personas “libres” que “dan la nota” o tienen algo interesante que mostrar al mundo. Definitivamente la estrellas son muy elitistas y selectivas, no aúpan a todo el mundo.
Por otro lado, las estrellas necesitan un punto de agarre o una “antena parabólica” para dejarse notar. -La Luna hace las veces de “antena parabólica” y cuando la estrella se encuentra a menos de dos grados de la Luna de nacimiento, si la persona tiene algo que merece ser elevado, la estrella lo eleva y lo trasforma en “estrella” en su mundo profesional social.
Un caso extraordinario y posiblemente un poco exagerado, es el del director de cine español Pedro Almodóvar, que tiene a la Luna en conjunción con la estrella Wasat, y que cuenta con dos premios Oscar, varios premios Goya. Elevado a la Orden de Legión de honor francesa, sin ni siquiera haber hecho el servicio militar. Medalla de oro al Mérito en Bellas Artes y doctor Honoris Causa en Harvard y en Oxford. Si la estrella lo eleva más se queda en cielo.
Pedro Almodóvar tiene a la Luna en el grado 19:29 de Cáncer, en su Domicilio, en la cúspide de la Casa III, donde la Luna tiene su Gozo y a menos de dos grados de la estrella Wasat, la épsilon de la constelación de los Gemelos. La Luna no puede estar en mejores condiciones.
Este hombre nació en un pueblo de la Mancha, dentro de una muy humilde familia de arrieros rodeado de muchas mujeres, porque los hombres, debido a su trabajo pasaban la mayor parte de tiempo lejos del hogar.
Al cumplir la mayoría de edad, salió del pequeño pueblo manchego y se fue a Madrid, con la intención de matricularse en la Escuela de Cine, cosa que no logró, y no le quedo más remedio que buscarse la vida y se vio obligado a trabajar de ordenanza en Telefónica durante doce años.
Almodóvar nunca fue un privilegiado de familia pudiente, y a pesar de ello nunca nadie en España ha logrado semejante elevación social. Lo que desbarata el discurso de los neocomunistas, de que solo triunfan en la vida los que tienen apoyo de una familia rica. Eso es una falacia y una demagogia de estos nuevos ideólogos de izquierda que no se enteran de nada que no sea de su ideología.
Son mucho más influyentes las estrellas, que las familias acomodadas. La prueba la tenemos con Almodóvar y con cientos de personas más.
La estrella Wasat ha dejado notar su influencia de manera espléndida en este personaje de familia humilde al que nunca ayudaron en su familia en nada material, salvo el amor de su madre y las mujeres que lo rodearon en los primeros años de su vida. Y también en eso se han notado la influencia astrológica a través de su Luna domiciliada y el Gozo junto a la estrella Wasat.
Es cierto que la estrella Wasat también tiene un componente de fatalidad que se ha dejado notar en su vida sentimental y en la imposibilidad de crear un hogar familiar con mujer e hijos, y ha tenido que conformarse con formar pareja sentimental con otro hombre, con el cuál no comparte hogar, viviendo separados y llevando las cosas lo mejor posible. En la Casa III salen a escena los noviazgos y las relaciones sentimentales de fin de semana. Por ahí ha salido la fatalidad propia de la estrella Wasat. Y esperemos que no lo dañe más.