Elon Musk es un personaje de los más populares y conocidos en estos tiempos que corren, no usaré ni medio renglón para hablar sobre su vida ni sobre su trabajo por ser por todos bien conocido, de tal manera que la señora que se cansa de leer, no tiene nada que temer ni motivos para huir.

La carta del cielo de nacimiento de Elon Musk, vista en modo astrólogo mediocre, no explica cómo es posible que una persona de estas características astrológicas haya llegado tan alto, en el mundo económico, empresarial y de comunicación como para ser el dueño de una de las redes sociales más importante del mundo.

Lo primero que salta a la vista es que el planeta Urano forma sendas cuadraturas con Mercurio y el Sol, y eso es algo que se refleja en el trastorno mental que se observa en el personaje.  El trastorno mental que provoca la cuadratura de Urano, no quiere decir que esté loco. El loco de verdad es un enfermo que sufre por su enfermedad mental y hace sufrir a los demás. A Elon Musk no se le ve sufrir mucho, de vez en cuando lo vemos que baila y hace gilipoyeces, como llevar un lavabo en las manos en señal de vaya usted a sabe qué trastorno, y se ríe como si estuviera medio loco, pero no, no está loco.  Tiene trastorno, eso sí.

¿Y cómo se explica que una persona trastornada como él, que parece medio tonto, haya logrado estar en lo más alto de la escala social de valores?.

-No, es que es de buena familia y sus padres lo han ayudado para crecer profesionalmente.-Dirá un socialista científico recalcitrante de nuevo corte. -Bueno, bien, ese es el torpe relato de los nuevos comunistas.   Si fuera así, todos los hijos de padres acomodados serían unos genios de la empresa.  Y no lo es,  ni de lejos.

Lo que tiene de excepcional la carta del cielo de Elon Musk, y explica perfectamente su elevación social,  tiene que ver con la influencia de “su Luna”, regente del Sol, en recepción mutua con Mercurio, en la cúspide de la Casa III, donde la Luna tiene su Gozo, y está perfectamente alineada con las superestrella gigante azul, Rho de Leo, cuya influencia “elevadora”  se ha dejado notar de forma clara e impresionante.