Lamda de Libra es una de esas pocas estrellas que están muy pegadas al camino del Sol, a una latitud de 0 grados 04´56” norte, de tal manera que todos los años es eclipsada por el paso aparente del Sol y puede ser eclipsada por la Luna o por cualquier planeta. Los antiguos la nombraban como “Jhi” que significa el Sol. Es prácticamente la última estrella de la constelación de Libra muy cerca de la constelación de Escorpio, y debido a la precesión equinoccial, se localiza sobre la eclíptica, en la actualidad, en el grado 0:48 de Sagitario.

Se trata de una estrella múltiple compuesta principalmente por una estrella de color blanco azulada del tipo B3 .de magnitud 5, que se puede observar a simple vista, y su naturaleza astrológica es comparable a la influencia de la conjunción de Venus y Júpiter. Muy parecida a la influencia de la conocida estrella Spica, se puede considerar a las estrella Jhi como una hermana menor de la alfa de Virgo.

La estrella lamda de Libra, tiene un extraordinario poder de elevación social, especialmente cuando se localiza junto al Sol de nacimiento de una persona con ambiciones sociales, a quienes agarra y las eleva y las hace célebres o personas muy conocidas dentro del mundo en el que se mueven, otorgándoles, carisma y una gran capacidad de atracción social, al margen de su calidad moral o su tendencia política. La estrella no hace distinción entre personas de derecha o de izquierda, honestas o sinvergüenzas, la estrella agarra y eleva a quien tiene alineado su Sol, siempre y cuando esa persona tenga una fuerte ambición social.

Dos casos bastarán para darnos cuenta de esta falta de selección moral u honorabilidad de la influencia de esta estrella. Nicolás Maduro tiene a la estrella “Jhi” a menos de un grado de su Sol, y Augusto Pinochet, tiene el Sol a menos de dos grados de la misma estrella, los dos tienen a su Sol dentro de su orbe de influencia y los dos han experimentado una elevación social descomunal.

Nicolás Maduro tiene a su Sol alineado, a menos de un grado de separación, con la estrella lamda de Libra, al mismo tiempo que tiene a la Luna junto a la estrella Spica, dos estrellas elevadoras de primer orden, dos “buenas estrellas”, si se miran desde el punto de vista de las personas afectadas. 

Nicolás Maduro tiene a dos buenas estrellas “tirando” del él hacia arriba, aupándolo por encima de los demás de una manera descarada, incuestionable, irrefutable e innegable. Si no fuera por la influencia de estas estrellas, este hombre no habría pasado de ser un vulgar conductor de guaguas.  Y no se prevee que las estrellas lo vayan a dejar caer.

Augusto Pinochet era un dictador, exactamente igual de dictador que Nicolás Maduro, uno no es menos dictador que el otro, los dos han sido favorecidos por la estrella Jhi de Libra, con la diferencia de que Nicolás Maduro tiene a la Luna con Spica, y entre una estrella y otra no va a haber quien lo descabalgue del poder. 

Pinochet estuvo gobernando como dictador en Chile a lo largo de diecisiete años. Maduro podría estar el doble y mantenerse en el poder treinta y cuatro años. Ninguno llega a los cuarenta años en los que gobernó el dictador Franco en España. Así que para los venezolanos, adaptarse al dictador o emigrar, no hay más.

Siempre ha sido así en todos los países donde hay un dictador. Y es que estas dos estrellas no tienen moral ni decoro, agarran, elevan y colocan en un pedestal de donde no se pueden bajar.  Como un gato subido a un poste que no sabe como bajar. Eso les ocurre a todos a quienes eleva esta estrella.

Deja una respuesta