La estrella épsilon de Piscis se localiza muy cerca de la eclíptica, el camino de Sol, en una latitud de 1º 5´ 49´´ al norte de la línea central del zodíaco, una zona del cielo que puede ser transitada por la Luna y el resto de los planetas. Formando así una alineación con la estrella que hace posible la llegada de su influencia.

La estrella épsilon de Piscis es una gigante de color amarillo del tipo G9, similar a nuestro Sol y parecida a la estrella Capella, es una de las pocas estrellas amarillo doradas del zodiaco. Se localiza en el grado 17:50 de Aries.

En el libro del Saber de Alonso X, aparece detallada en el número XII  de la constelación de Piscis:

“La mediana destas tres. Es en ariete, V grados et XXXVIII m. la ladeza es; I grado y V menudos, es de la IIII grandeza. Et la su natura es de Saturno et un poco de Mercurio, et es fría y seca.”

La naturaleza de la estrella de Saturno y Mercurio es de un componente selectivo que elige para elevar a las personas que destacan porque tienen una manera de pensar muy concreta y son disciplinados, generalmente personas que suelen tener una formación especial o un intelecto especialmente desarrollado con su mente muy estructurada, personas que no admiten los cuentos ni las pamplinas.

Este tipo de estrella, si encuentra a una persona que destaque por su capacidad discursiva, por su ingenio  y con buenas dotes intelectuales, lo eleva y lo lleva a ocupar cargos o posiciones del mayor relieve social.

Dos casos absolutamente exagerados de la influencia de la estrella gigante amarilla épsilon de Piscis, cuando se localiza en el Mediocielo, son Javier Mieli, de Argentina y Santiago Abascal de España, son dos personas que parece que tuvieran grabado un mismo programa en su mente y que han experimentando un ascenso social como nadie hubiera imaginado de individuos de este pelaje.

No sé si has escuchado hablar a uno y a otro, el discurso y la ideología es la misma, con sus variantes por ser de países diferentes.  A mí me sorprende, que quieres que te diga.

Eso demuestra una vez más, que la influencia de las estrella nada tiene que ver con los juicios morales de nadie.  La estrella te agarra, te eleva y te pone en el foco mediático. Lo que ocurra después es harina de otro costal. La estrella eleva y a la vista está.