Lilith en Casa III deja notar su influencia o se expresa a través de la comunicación. Todas las personas que tienen a la Luna en la Casa III, acaban por disponer de una información inspirada gracias a este lado oscuro de la conciencia, siempre tienen conocimientos sobre lo inconsciente u oculto que disfrazan de sabiduría.
 
La fuerza gravitacional de Lilith se instala en el área del lenguaje, se erige dominadora del verbo y de la mente concreta. Son personas que tratarán de alzarse como dominadoras de las ideas; luego no lo son, por ello cabe esperar una vida de relación con muchas discrepancias y una dificultad para integrar sus ideas entre sus compañeros y allegados.
 
Suelen poseer una mente castigadora, envolvente y dominante, y en caso de estar mal integrada, a causa de malos aspectos con el Sol, la Luna o los planetas más significativos, puede llevar a vivir épocas de locura, obsesionados con una idea que no logran dar a luz. Sin embargo, conforme se va integrando este lado oscuro, después de una purificación o una transformación profunda, se aprecia en ellos un mayor poder de decisión y de responsabilidad. Aparece en ellos una gracia persuasora y un profundo conocimiento de las energías que gobiernan el cuerpo, quizás por ello algunos alcanzan a ser un buen maestro de brujería, o de conocimientos profundos sobre la psique humana.
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